El Chico Del Piano ©

• Capítulo 7 •

Halifax, Canadá

19:34 PM

ACTUALIDAD

Diane Lassarre 

—... y fue la peor noche de mi vida, acabé ebria y no recuerdo mucho sobre esa noche. Ahora todo el instituto me mira raro.

Estaba en la habitación junto a Morgan. Él estaba acostado en un extremo, mirándome fijamente mientras le contaba mi triste historia en una fiesta de fraternidad. Y yo estaba acostada en el otro extremo, con mis piernas flexionadas a mi pecho, también mirando fijamente a Morgan.

Ha pasado una semana desde que he trabado una amistad con Morgan. Todos los días, después de clases, vengo al restaurante para pasar un rato con él, para mejorar la relación.

Morgan me ha permitido conocerlo mejor. Ahora lo conozco mejor.

—Lamento que hayas tenido una mala experiencia —dice mientras ríe un poco.

—¿Nunca has ido a una fiesta? —bufo —Si tomas demasiado, puede convertirse en tu peor noche.

—No, nunca fui a una de esas fiestas de fraternidad.

—Créeme, yo tampoco era de esas, de hecho, esa fue la primera fiesta a la que había asistido en toda la universidad. Mala idea.

Él ríe mientras se sienta con las piernas cruzadas frente a mí.

—Cuéntame más sobre la universidad. Tengo curiosidad de saber la vida de la linda chica que está sentada frente a mí, en este incomodo sofá.

Me río y bajo la mirada un poco de vergüenza al escuchar la palabra "linda" salir de sus labios rosas carnosos.

—Creo que ya hablamos suficiente de mí. Ahora es tu turno.

Él lleva su espalda al respaldo del sofá, mirando ahora fijamente al piano que tenia enfrente.

—No hay nada importante que decir sobre mí. Tengo diecinueve años y digamos que la universidad no me recibió tan bien como a ti —dice mientras me regala una sonrisa pícara —. Era el típico chico raro de la clase. Solo iba a estudiar y regresaba cuanto antes a esta humilde habitación. Mi único mundo era la música —suspira.

Voltea a mirarme y me da una hermosa sonrisa.

—Eres la única persona afortunada de poder conocerme —sonríe.

—¿Y por qué tengo ese privilegio? —pregunto.

Su pequeña sonrisa de lado, aparece sin previo aviso.

—Contigo es diferente. Hiciste todo lo contrario a todas las demás personas. No me juzgaste, al contrario, quisiste conocerme. Ahí fue cuando supe no todas las personas son iguales.

Le dedicó una sonrisa humilde.

Nunca pensé que tuviera tanto significado para alguien. Y créanme, él también tiene un gran significado para mí.

Él acerca su mano a mi mejilla para acariciarla mientras juega con un mechón de mi cabello suelto.

Me mira fijamente con esos ojos color avellana, con un brillo que nunca había visto en ningún chico.

Ríe un poco después de analizarme. Sabia que significaba.

—Acaso, ¿Estas burlándote de mí?

Su risa se extiende, enseñándome esos hermosos dientes blancos. Ahora estaba riendo a carcajadas.

—Nunca había visto tu ropa. Y ahora que estamos en confianza, realmente es absurda —dice mientras aún sigue riendo.