El Chico Del Piano ©

• Capítulo 10 • ☆

Halifax, Canadá
8:34 PM
Actualidad (Fiesta de Roger)

Diane Lassarre

Corrí hacia la casa de Roger mientras me quitaba el abrigo y lo remplazaba por la chaqueta que tenía antes.

Llegué a la casa y vi a la multitud de estudiantes que estaban en la fiesta, incluso más que la anterior.

Empecé a buscar a algunos de mis amigos, y los encontré en el mismo lugar.

—¡Al fin llegas! —reclama Noah.

Me siento en el sofá a un lado de Lana y empiezo a calmar mi respiración.

—¿Que te ha pasado? Parece que has llegado de unas carreras. —bromea Andrew.

Le doy una mirada asesina porque obviamente el sabía dónde estaba.

—Lo bueno es que ya estás aquí —sonríe Lana mientras me ofrece un vaso de whisky.

Acepto el vaso y me lo tomo de un sorbo.

Y ahí es cuando veo a Roger acercarse a mi.

—Vaya, creí que no vendrías. Te había buscado por todas partes —dice mientras le da un sorbo a su vaso.

—Lo siento, se me hizo un poco tarde venir—río nerviosa.

—Me alegra que estés aquí —sonríe Roger. —¿Quieres venir?

Yo solo asiento y me levanto de mi lugar para ir tras él.

Pasamos por la multitud y llegamos a una parte de la casa que no conocía.

Una pequeña habitación decorada muy lujosa, tenía una gran cascada que caía desde el techo al suelo. Pero lo más bonito que tenia esa habitación, era la gran vista que teníamos a la ciudad de Halifax.

—Me gusta venir aquí cuando no tengo un buen día. Solo miró la gran ciudad a la que pertenezco y me hace relajarme.

—Es increíble, Roger —sonrió.

Roger permanece enfrente de la gran ventana donde está la gran vista a la ciudad. Yo me pongo a un lado de él.

—¿Quieres bailar? —pregunta.

Yo me quedo un sorprendida con su petición, pero al final accedo.

—Si, claro —digo con una sonrisa.

Roger deja su vaso en una de las mesillas de cristal que tenia a un lado. Pone una canción relajante pero romántica a la vez.
Sabía lo que trataba de hacer.

Quedamos frente a frente y él toma mi cintura y yo rodeó su cuello con mis manos, creando así el típico ambiente romántico.

Nos miramos fijamente a los ojos y ahí es cuando veo un brillo en sus ojos, igual a Luca y a Morgan.

Sin darme cuenta, poco a poco Roger se iba acercando a mi rostro, hasta que su nariz tocó la mía.