• Capítulo 34 •

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Halifax, Canadá

19:01 PM

ANTES

Camille Lassarre

—¡Camille, mira! ¡Saluda a la cámara!

—¿Tengo que hacerlo?

—¡Claro que sí!

Me empujó hacia ella para que pudiera estar lo suficientemente cerca de la cámara, y ambas sonreímos con inmensidad. Las personas, especialmente mis amigos, comenzaron a colarse en el pequeño recuadro de la cámara.

El vídeo se detiene justo cuando sólo queda la imagen de nosotros, sonriendo. Y también, justo en ese momento, mis lágrimas comienzan a caer en la pantalla del teléfono.

No pude evitar abrir aquel vídeo, en especial cuando un día como éste aún existía algo de felicidad en mí. ¿Quién pensaría que después de la graduación, todas las personas que salen en el vídeo, en realidad dejaron de dirigirse la palabra cuando prometieron no hacerlo?

Creo que fui la única que intentó salvar la amistad, pero me di por vencida y dejé de intentarlo.

Fue cuando me di cuenta de que sólo se adentraron a mi vida para darme increíbles recuerdos, pero no para quedarse en ella. Tal vez mi mentalidad fue un poco ciega al no darse cuenta de aquello y saber sobre estas cosas; sin embargo, ese es el resultado que obtengo al sólo basarme en las cosas que observo en la televisión o cualquier otra fuente.

Creí que viviría en ciudades tal y como ellas las pintan, mientras yo era la protagonista de la historia. Y, tal vez sí soy protagonista de mi propia historia, pero, si fuera un libro, estoy segura de que nadie se detendría a leerlo.

Por esa razón traté de refugiarme en sucesos ficticios que sólo mi mente y yo sabemos. Gracias a ello es que aprendí a amar mi propia compañía. No obstante, cada vez que observo los vídeos de mi galería de hace un año, comienzo a sentirme tan jodidamente sola.

Mi propia compañía es agradable, porque no hay nadie alrededor que pueda juzgarme a mí misma; pero, el sentirme sola es porque sé que no hay nadie en quien pueda desahogar mis penas, alguien con quien pueda hablar de un tema en específico por un par de horas sin que esa persona se aburra.

Y, al principio puede ser agradable porque tienes tiempo para ti mismo, aunque, con el paso de los años ese mismo tiempo comienza a autodestruirte.

Lo sé perfectamente porque ese tiempo está empezando a autodestruirme.

Mis lágrimas fueron interrumpidas por la notificación que acababa de aparecer en la pantalla. Para ser específica, era un mensaje de Diane.


Mensaje Recibido De Diane.

Diane: "¡Yuju! ¡Hubiera preferido quedarme en casa para soplar una velita, en vez de quedarme aquí sentada, viendo cómo los demás se divierten! ¡Es muy divertido! (sarcasmo total, espero lo veas)".

Río ligeramente mientras contesto:


Mensaje Enviado A Diane.

Camille: "Lo veo, así que busca a una hormiga para que le ayudes a llevar su comida, para mantenerte distraída toda la noche. Sigue divirtiéndote, pequeñina."


Últimamente me he mantenido alejada de ella, pero es porque no quiero que se vean reflejados todos los sentimientos que mantengo ocultos. Y, en especial porque no quiero preocuparla con mis problemas.

El Chico Del Piano ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora