Capítulo 3

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Rojo Vino.

Dakota.

Las yemas de mis dedos hacían un hermoso recorrido por las melodiosas teclas del piano. Me dejaba llevar por la voz acapella de una de mis cantantes favoritas y solo disfrutaba cada melodía. Me tranquilizaba demasiado tocar esté instrumento. Me aportaba paz, tranquilidad y vida.

Cerraba mis ojos y tocaba cada una de las melodías, las cuales me sabia a la perfección, me dejaba llevar y no pensaba en nada. Solo movía mí cabeza al ritmo de cada melodía, y aunque aún no cantara, solo eran pequeños murmuras inentendibles los que hacía. Así es como me dejo llevar por las melodías.

I'm slowly killin' myself
I'm trying so hard, at the back of the shelf
It's just the same everyday
I'm writtin' these songs that'll never get played
I get told what's wrong and what's right
I don't have a romantic life
And everyone's dying
So I keep on trying to make them proud before they're gone —mis manos no se detenían, cada parte de mí cuerpo se desahogaba tocando, era una de las pocas formas que encontraba para hacerlo.

Y las otras maneras que tenían sabía que no eran para nada aceptables. Mis manos eran controladas por la música.

Era el dolor lo que sentía y lo que transmitía. Estaba tan inspirada tocando, mientras tenía los mis ojos cerrados sintiendo la canción, que no me percate de la persona quien se encontraba detrás de mí. Siento su presencia, así que miro por encima de mi hombro para poder verla. Mi pelirroja favorita se acercaba a mí a pasos lentos. Cuando estuvo cerca del sillón del piano llevo una de sus manos a mis hombros mientas se sentaba en el sitio donde me encontraba, sus dedos empezaron a tocar las teclas blancas conmigo.

Can someone help me?
Ah, please someone help me —la observé detenidamente comenzando a cantar.

I will help you...—me canta con su hermosa voz y una sonrisa.

Me alivia tenerla en mí vida.

I don't care anyone, anything'
Cause I'm so sick of being so lonely' —parecía que en cualquier momento saldrían gruesas lágrimas de mis ojos.

No quería volver a llorar así que cerré mis ojos, esperando que de nuevo no cayera de nuevo en el bucle que yo misma cree.

You'll never be again, Miss all my family
Oh, I don't care, anyone, anything
'Cause I'm so sick of being so lonely...—contesto tocando la última nota.

Al terminar de tocar, abrí mis ojos lentamente y miro hacia adelante, observando aquella pared blanca mientras las yemas de mis dedos recorrían por encima las teclas del piano.

—Siempre admirare lo hermoso que tocas —la giro a ver.

—Y yo admiro el hecho que me sigas soportando —niega con la cabeza y lleva su mano a mí cabello y en castos movimientos pasaba su mano por mí cabellera.

—No digas eso, te quiero tal y como eres, sin importar qué, siempre tendrás un hombro en el cual recostarte a llorar, hablar y hasta maldecir si quieres, siempre será así —acaricia de nuevo mí cabellera —. Tocas angelical Dakota—me recosté en su hombro y ella no paraba de acariciar mí cabello.

—¿Estás segura de ello? —le pregunte echándole un vistazo.

—Más que segura —afirma.

—Nailea —la llamo—...gracias.

—Gracias ¿Por qué? —siento como ladea la cabeza.

—Por estar conmigo.

—No pienses ni dos veces que algún día me iré de tu lado...

Ojos de Miel © [Completo ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora