Ojos de Miel © [Completo ✔️]

Capítulo 48

¿Amigos?

Dakota.

El sol de la mañana se cuela por la ventana de la gran habitación del hotel en donde me hospedo. Me muevo lentamente sobre la cama con las sábanas cubriendo mi cuerpo.

Abro los párpados con lentitud intentando que los rayos de sol no me dejan casi ciega. Agradezco que las cortinas cierren en su mayoría la ventana.

Alzó la cara y miró a Joon descansando en un profundo sueño. Se remueve un poco en su lugar y relame sus labios. Sonrió ladeando la cabeza mientras me pierdo en su belleza.

Tiene la cara contra la almohada y ha dormido con la espalda hacia arriba. Mi mano viaja hasta su espalda y lo acarició sintiendo el calor que emana su piel al momento en que existe el tacto entre nuestras pieles.

Cierro los ojos nuevamente. No pretendo levantarme y mucho menos levantarlo, ayer por la noche llegamos muy cansados del after party y creo que nos merecemos dormir. Abro un ojo mirando el reloj en la mesita de noche del lado en donde duerme Joon y apenas son las diez de la mañana.

Cierro el ojo nuevamente y me acomodo entre los brazos de Joon. Tomó las sábanas y las obligó a cubrir nuevamente mi cuerpo.

El sonido de un móvil timbrando me obligan a abrir nuevamente los ojos. Miro mi alrededor y mi vista se posa detrás de Joon quien está removiendo su cuerpo con más frecuencia sobre la cama, eso me avisa que se está despertando.

Doce en punto. Esa hora indica el reloj.

Ruedo los ojos y me levanto con ayuda de mis brazos buscando con la mirada fatigada mi móvil o el de Joon para saber cuál de los dos es.

Joon levanta solamente la cara y estira el brazo a su mesita de noche en donde toma su móvil y revisa la pantalla. Miro como tiene de fondo de pantalla la fotografía que nos tomamos en el baño aquella vez.

Pero nadie lo está llamando.

Lo que significa que es a mí a quien llaman. Froto mis párpados intentando entregarles mi fuerza para que sostengan la mirada. Miro el móvil sobre el tapiz que cubre el suelo y lo tomo.

Al levantarlo dejan de llamar. Me enfado, hago un puchero y dejó salir de mis labios un mohín lleno de fastidio.

Arrojó el móvil a la mesita de noche a mi lado y me acerco a Joon quien me mira con los ojos entrecerrados.

—Acomódate, quiero volver a dormir.

Se hace un lado dejándome un espacio sobre la cama para que me acueste con él. Me enrolla entre sus brazos y siento su calor emanar mi cuerpo. Mis manos se pasean por sus abdominales y Joon sonríe y deja un beso sobre mi coronilla mientras me abraza.

Para mi mala suerte he perdido el sueño y ahora quiero comer. Me acomodo intentando que el sueño se apodere de mí pero no lo logró.

Mi móvil vuelve a timbrar sobre mi mesita de noche a mi lado. Cuidadosamente me separo de Joon, ya que él se ha quedado dormido.

Estiró la mano y tomó el celular.

Como de costumbre no me detengo a revisar de quien se trata.

Simplemente deslizo mi dedo sobre la pantalla y me lo llevo a la oreja. Ni siquiera intentó disimular la voz indicando que me encuentro recién despertada.

—¿Hola?—me frotó los párpados.

—¡Dakota!

Reconozco la voz de Jeffrey.