Ojos de Miel © [Completo ✔️]

Capítulo 21

Inmortal.

Dakota.

Estoy en el vestíbulo sentada en uno de los sofás con Nailea mirando el televisor en el canal donde transmiten películas cada mañana. Estamos desayunando mientras miramos la película que está realmente entretenida

Jeffrey y Gen en la cocina haciéndose algo de comer mientras nosotras elegimos lo más fácil de hacer para comer ya que bajamos cinco minutos antes que ellos.

Respecto a mi padre se quedó en una de las mejores alcobas de invitados. No dudo que durmió de lo mejor.

Mis dos mejores amigos salen de la cocina con sus propios platos en la mano, los dejan en la mesita de la gran sala. Casi nunca hacemos de utilidad la cocina, son contadas las veces que hemos comido ahí adentro.

Como diría Nailea "El comedor esta de adorno en esta casa " y tiene toda la razón en eso, no la usamos y dudo que algún día lo haremos.

—Dakota ¿Y tú querido padre? —pregunta la pelirroja.

—Está arriba cambiándose, cuando desperté lo encontré rondar por los pasillos, me estaba buscando, pero no encontró mi alcoba además tenía pena de abrir una puerta y no encontrarse conmigo.

—¿Por qué te estaba buscando?

—Quería preguntarme si tenía parte de la tarde libre.

—¿Para? —arquea las cejas la de ojos azules.

—¡Joder! Danos la información completa—alega Nailea.

—Okey, okey—suspiro—quiere conocer la N Seoul Tower, lo quiere hacer antes de irse y quiere que vaya con él.

—Entonces hazlo —alienta Gen.

—Angelito —me llaman lo que es suficiente para que todos en el vestíbulo alzásemos la mirada al segundo piso.

Me encuentro con lo que jamás creí mirar en mi vida por lo cual por la impresión desorbito los ojos. Mi padre semidesnudo con una toalla cubriéndole de la cintura para abajo dejando a la vista sus fornidos pectorales y abdominales. Lo que logra sacarles unos cuantos suspiros a mis dos mejores amigas dejándolas con la boca abierta.

No puedo creer que mi padre con la edad que tiene pueda estar en tan buena forma.

—Joder —suspira Nailea.

—Dakota pregúntale a tu mamá si tu padre está soltero—me susurra mi otra amiga mientras se abanica la cara.

Me rio por lo bajo.

—¿De casualidad no quieres que sea tu madrastra?—Nailea no le quita la mirada de encima a mi padre mientras lo dice.

—No puede ser—bajo la cabeza negando tratando de ocultar mi sonrisa.

—Joder, papi chulo—vuelve hablar y las dos suspiran.

‹Chulo; Lindo, hermoso›

—Le queda mejor daddy —opina la morena.

—Todavía estoy aquí, par de calenturientas—dice con cansancio Jeffrey.

—Eres un fastidio—alegan al unísono.

—Angelito—vuelve a llamar después de quedarse confundido por como mis amigas se le quedaron viendo y yo no le respondía.

—¿Sí? —digo tratando de ocultar la sonrisa que me provocaron mis amigas.

—¿Puedes traerme un jugo de naranja por favor? —pide mi padre, el cabello mojado cayéndole sobre la frente.

—Ok, ahora te lo llevo.