Capítulo 15

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Secreto.

Dakota.

Me permití admirar su perfecto rostro antes de que las puertas metálicas del elevador se cerraran.

"Nosotros no sabemos decirnos, adiós" esa frase hacía eco en mis pensamientos y desde que lo dijo mi corazón late tan rápido que siento que se saldrá de mi pecho.

Mordía mi labio inferior acompañada de una sonrisa. ¿Qué mierda me hizo? Yo no era así, no está ni la sombra de lo que era antes de conocerlo. Particularmente de cómo fuera mi actitud siempre aleje a los hombres de mí, no importando lo guapo, el buen cuerpo o lo talentoso que fuera en estos ambientes... siempre los quería a metros de distancia de mí. Tampoco me daré la santa, si acepte una que otra cosa, pero nunca acepte una relación y era porque no quería tener distracciones, mas no niego que hubo una que otra ocasión en la que me permití coquetear, pero nunca llegué tan lejos como ahora.

Pero Joon...parece que me hizo un amarre y aquí estoy sonriendo como idiota.

Me hundió en donde muchas veces evitaba caer, esa cosa que creía ridículo y aun me niego a aceptar después de tantas cosas que pasaron. Más de un mes ha pasado y aquí estoy escapando de su edificio rogando que ninguno de los fotógrafos logre descubrirme.

—Se podría saber la razón del porque estás aquí —lanza la pregunta de la nada.

Vuelvo a la realidad.

—Jeffrey, yo...—titubeo.

—No te excuses y mejor ¿Me podrías repetir cual es la base de nuestra amistad? —esta de brazos cruzados, mirando hacia delante, rígido sin perder la compostura de su expresión.

—La honestidad...—musito.

Tiene todo el derecho a reprocharme, no he sido del todo honesta con él. Cuando comenzamos esta amistad dimos por hecho que no nos ocultaríamos lo que considerábamos importante y él sabe que lo que está pasando es importante. No tiene caso seguir ocultándolo.

Menos cuando lo metí en estos aprietos por no tener un poco de cuidado sabiendo la fama que tiene Joon y yo.

—¿Qué está pasando entre ustedes? —gira a mi dirección y sitúa sus manos sobre mis hombros ablandando la dureza en su rostro—y por favor, no me digas que; "solo es sexo" —imita comillas con los dedos haciendo una mueca con los labios que me hace sacar una pequeña risita—...porque sabes que no es solo es.

—Te juro que también me encantaría saber que está pasando, porque la que está muriendo de curiosidad para saber qué es esto soy yo...—termino en un susurro.

Ladea la cabeza mientras encarna una ceja, me acerca a su anatomía y me abraza.

—¿En serio que no lo sabes?

—¿Tengo cara de que sí? Me conoces...

—Tienes cara de enamorada, porque ese comportamiento no le había visto jamás —sonríe de oreja a oreja.

—Ya vez —digo con obviedad—, joder creo que me hizo un amarre.

Se echa a reír.

Ruedo los ojos y recuesto la espalda en la pared metálica.

—Mira en lo que me estoy metiendo...—musito—saliendo a escondidas de uno de los complejos de edificios más famosos de todo Seúl y tal vez corriendo el riesgo de que ahora que baje me miren y sepan con quien llego Joon anoche.

—Pequeña, esta todo controlado.

—Lo que no está controlado es lo que estoy sintiendo y eso solo indica dos cosas; que todo saldrá bien o todo saldrá mal.

Ojos de Miel © [Completo ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora