Ojos de Miel © [Completo ✔️]

Capítulo 52

Noticias.

Dakota.

Luego de que lograra sacar la mayoría de emociones reprimidas en los brazos de mis dos mejores amigas. Me llevaron a mi habitación en donde las tres juntas decidimos tener una tarde solo de chicas.

Acepté, después de todo las extrañaba.

Cuando salieron de mi habitación para preparar la comida, porque dijeron que comeremos palomitas mientras mirábamos una que otra película, decidí tomar mi móvil y llamarlo.

Contestó al primer pitido.

—Hola, miel.

Con esa simple conjugación de dos palabras fue suficiente para sentirme aliviada. Una sonrisa se formó en mi rostro al escuchar su voz.

—Hola, ridículo. ¿Cómo estás? ¿Llegaste bien? ¿Ya comiste algo?

—Ahora bien, más ahora cuando ya logro escucharte. Sí, he llegado bien, estoy en el apartamento. Mis padres me ofrecieron comer hoy por la noche con ellos, pero si he comido. ¿Y tú, cariño?

—Sí, estoy bien.

Le mentí, y no me siento bien con haberlo hecho. Pero no quiero que salga de su apartamento solo para venir a verme, debe descansar. Además, se verá con su familia, no quiero que cancele una cena importante solo para mí.

—¿Deseas acompañarme?

—¿Ah..., a qué?

—A la cena, creo que mamá también te extraña.

"Mamá te extraña"

No puedo negar lo mucho que influyó esa oración en mí.

—Adoro demasiado a tu mamá y a tu familia, pero creo que es prudente que solo vayas tú, debes convivir con tu familia.

Lo animo.

—Tú también eres parte de la familia, miel.

—Quisiera ir, pero las chicas quieren pasar un día solo conmigo y no puedo decirles que no, no ahora.

—Bien, te entiendo. Descansa, amor.

—Disfruta la cena con tus padres.

—Adiós, miel.

—Adiós, ridículo.

Cuelgo la llamada.

Me levanté de la cama y caminé al baño para lavar mi cara. Aún conservo las marcas de las lágrimas que derrame. Me untó algo de crema y salgo del baño. Me cambio de ropa colocándome mi ropa para dormir.

Las chicas entraron con palomitas recién hechas, dulces y bebidas calientes y frías. Siempre traen palomitas de caramelo, cheddar y queso. Ambas saben que soy amante a las de cheddar.

Me entregan mi tazón con una bebida fría.

—¿Qué quieres ver?

—No sé, aún. ¿Alguna idea?

—¿Un drama?

—No me apetece.

—¿Entonces? —pregunta Nailea.

—¡Ya sé! ¿Qué tal una película?

—Sí, sí, ¿Una de Disney?

—Sí, busquemos.

—¿De las princesas? Podemos ver alguna de tus favoritas o si quieres todas.

Me lo pienso un poco intentando recordar alguna otra película que ver.