Capítulo 4.

171 13 2
                                    

Makis.

- Suerte.- Susurró besando mi mejilla para que simplemente me baje con mi trabajo, perdiendome en los pasillos del colegio para llegar a la sala en la que el profesor iba a corregirlo frente a todos.

Cami me sonrió, sentandome a su lado para tomar su mano fuertemente, a la espera de la nota.

- Tranquila.- Asentí suavemente.- Qué fue eso del lunes y de ayer?-

- Oh, conseguí un trabajo.- Alzó sus cejas.- Y voy a ir todos los días y ese mismo chófer me llevará a mi casa después.- Le estaba mintiendo tan descaradamente que me tenía miedo.

- Cuando ya te paguen, vamos de shopping.- Si tan solo supiera que hice un pacto con el diablo.

Si, Natalia era un diablo.

Y lo confirmé al llegar y asomarme en la puerta de su habitación para encontrarla sin camisa, solo su pantalón ajustado y fue lo siguiente que dejó a un lado, enseñando un cuerpo perfecto.

Dejé mis cosas y busqué mi ropa, intentando hacer rápido, pero solo pude sentir como sus manos se posaban en mi cintura, pegando mi cuerpo al suyo.

- No sabes cómo te castigaría por verme escondida.- Tomó el lóbulo de mi oreja, mordiendo mi labio inferior para no decir ni hacer nada.- Pero en lugar de eso...-

- Aprobé.- Sentí como un calor poco decoroso recorrió mi cuerpo cuando suspiró contra mi cuello.- Solo tengo que ir a buscar el diploma y un certificado, no iré a la fiesta porque solo soy amiga de Cami y ella tampoco irá.- Se alejó nuevamente, para que cuando me gire, ya no esté en la habitación y me de cuenta por el portazo que dio.

Bajé lista para (seguramente) seguir con ese extraño juego, sentandome en el sofá para arrepentirme al sentirme atraída por la almohada que tenía al lado, recostandome ahí para simplemente quedarme dormida.

Me asusté cuando su mano se posó en mi mejilla, volviendo a relajarme al verla, aclarando mi garganta.

- Perdón.-

- No es hora de dormir.- Susurró sentándose a mi lado.- La cena está servida.- Me senté rápidamente, acomodando mi cabello mientras iba hacia la cocina, sintiendo como ella dejaba su mano en mi cintura mientras corría mi silla.

Pero solo había un plato.

- Haremos un juego.- Alcé mis cejas, sin esperar que enseñe un antifaz y cubra mis ojos, riendo junto a ella cuando dijo que se había desnudado, escuchando perfectamente como cortaba algo y lo apoyaba sobre mis labios, tomándolo con miedo.- Ya tuviste tu primera vez?- Volvió a darme comida.

- Ni siquiera un acercamiento.- Más comida.- Yo... solo tuve un amigo y le dije que no quería ser algo más cuando mis padres me dijeron lo que iba a pasar.-

- Y te molestó?-

- Al principio sí, pero con el tiempo entendí que era por algo bueno, mis hermanos son muy importantes para mí y quiero ver a mi madre feliz.- Tomó otra cosa.- Y a ti? Fue fácil?-

- Nunca nadie me pidió esa clase de ayuda, tu padre tiene ideas extrañas para encontrar a sus hijos y conseguir dinero.-

- Siempre fue extraño y nunca le fue bien con sus negocios.- Sentí perfectamente como el olor a vino nuevamente apareció.- Es otro?-

- Muchísimo más suave que el de la otra noche.- Apoyé mis manos sobre la copa, intentando encontrar la forma de beber solo un poco cuando ella parecía querer darme aún más, sintiendo perfectamente cuando sus manos se posaron en mis muslos y me alzó sin problema alguno.

Dejé mis manos en sus hombros, chocando con su piel, empezando a reírme sin sentido alguno.

- De verdad estas desnuda?- Pregunté divertida.

- Si.- Dijo sin problema, cayendo sobre una cama.

- Mierda, Natalia...- Quitó el antifaz, dejando mis ojos completamente cerrados.

- Mírame.- Negué repetidas veces, intentando mantener mi postura. - No me hagas obligarte a hacerlo.-

- Ya me iré a dormir, me gustó la cena pero no me pidas eso.- Acarició mis mejillas suavemente, bajando a tomar mi mano, recibiendo un beso, sintiendo como bajaba lentamente por algo firme y completamente perfecto, hasta que sentí su cinturón y su pantalón bien puesto.

- Abre los ojos.- Lo hice y sus ojos fueron lo primero que vi, bajando a sus labios.- Cuando te diga que quiero algo, lo tienes que cumplir, no ser infantil y querer molestarme.- Asentí suavemente.- Entendido?-

- Si.- Me quise sentar, pero su mano en mi hombro me obligó a volver a mi lugar anterior, pero algo ya había cambiado.

Relamió sus labios, sintiendo como se perdían en mi cuello, enredando mis dedos en su cabello, intentando callar ese extraño sonido que nunca había salido de mi boca.

- Tengo que mantener mi cordura, porque sino ya te estaría cogiendo en cada pequeño lugar de esta habitación y encontraría unos buenos lugares fuera de aquí.-

- Te gusto?- Frunció su ceño.- Me refiero a que te pasa algo conmigo? O haces esto para molestar y...-

- Eres linda.- Admitió sentándose a mi lado.- Y si, me gusta saber que te puedo tener así, completamente entregada aunque también me gustaría que tengas opiniones sobre algunas cosas y yo no sea la que tenga que formar tus ideas, quiero pelear contigo con tal de que si de verdad nos pasa algo, nos reconciliarnos sea más fácil que pelear y que cuando estemos casadas, vivamos peleando con tal de que en la reconciliación te enseñe a ser la esposa que me gustaría tener y que me demuestres lo que tú quieres como esposa.-

- Solo para cogerme?- Ella se rió.

- Pero también para cuidarte y demostrarte que con el tiempo nos podemos querer, si empezamos por lo menos con una atracción.- Asentí suavemente.- Te atraigo? O soy un bicho feo.-

- Anoche soñé contigo.- Alzó sus cejas, arrepintiendome en el mismo momento que lo solté, pero ya había empezado.- Yo... era de mañana y apenas estaba amaneciendo cuando nos despertamos y después de pelear la noche anterior e irnos a dormir así, me besabas y ahí me desperté para ir al colegio.- Ella se rió, besando el dorso de mi mano.

- Y te gustó el beso?-

- Querías seguir enseñándome a besar.- Reí junto a ella.

- Y si pasa ahora?-

- Qué cosa?-

- El beso.- Asentí lentamente.- Me seguirías?-

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora