Capítulo 25.

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Natalia.

- Créeme que no hago esto por placer.- La obligue a dejar su pecho en mis muslos.- Tienes que aprender y yo debo corregirte correctamente.-

- Ya te dije que no.- Estampe mi mano bien abierta en su trasero.

- Si aceptas, el castigo terminará.- Otra nalgada.- Luego de las veinte, dejaré de utilizar mis manos y voy a implementar la fusta u otros objetos.-

- Puedes usar todo lo que quieras, yo...- Se contuvo a gritar cuando la nalgada fue aún más fuerte.- No aceptaré.-

- No?- Negó rápidamente, dándole tres de una sola vez.- Tengo muchas maneras de torturarte hasta que aceptes.- Apretó sus manos en mi muslo, dejando sus nalgas rojas.- Se viene lo bueno.-

Tomé sus manos para amarrarlas a su cama, estando completamente desnuda para tomar la fusta.

- Aceptas?-

- No.- Susurró a duras penas, dando un primer azote que hasta a mí me podría haber dolido, pero ella no dijo nada, sólo tiró un poco de la cuerda.

- No?- Negó rápidamente, siguiendo así se niegue, hasta que el látigo apareció, pero nada, nada hacia que ella acepte, siendo altas horas de la madrugada.- Segura?- Asintió suavemente, desatando sus manos para que al sentarse, una queja se le escape de su boca.- Quedate quieta aquí.- Busqué lo último que quizás podría funcionar, dejando el cajón con cosas que ya no servirían si ella se sigue negando.

- Ni siquiera lo hiciste tan fuerte.- La dejé boca abajo, levantando su trasero para abrir sus piernas.

- Recién estamos empezando.- Estaba completamente húmeda, dándole otra nalgada.- Haremos un juego.- Su rostro cambió cuando bajé mi pantalón.- O mejor, tendrás una clase.- Dejé sus manos con unas esposas, haciendo lo mismo con sus pies.- Espero que solo sea una clase y no se tenga que repetir.-

- Natalia.- Dejé mi miembro en su boca, activando la bala que había en su interior.

- Vas a aceptar, Makis?- Así tenga una ahorcada, estaba la mayor parte de mi miembro dentro suyo, notando como me miraba fijamente, subiendo de nivel el juguete en su interior.

- Acepto, por favor basta.- Se tiró hacia atrás.- Basta, no volverá a pasar, basta.- Quité todo, cayendo en cuenta de que quizás no estaba lista para que pase todo lo que le había hecho por simplemente negarse.- Perdón, por favor, pero no puedo más.- Se metió en el baño, escuchando perfectamente sus sollozos mientras el agua caía.

Soy un maldito monstruo.

- Makis.- Quité su esponja cuando no dejaba de restregarla por su cuerpo.- No es tu culpa.- Se arrodilló y solo pude hacerlo a su lado, abrazandola fuertemente.- Perdoname, por favor.- Me sentía una idiota por estar pidiéndole perdón cuando no me lo merecía, le había hecho demasiado daño.

- No volverá a pasar, yo no me volveré a negar.-

- Fue mi culpa.- Negó rápidamente, tomando sus mejillas.- Perdóname.-

- Yo no debí...-

- Quiero hacerte bien y hago cosas que no te mereces.- Pase la misma esponja por mi cuerpo.- Soy yo la que se merece tu perdón, creí que te podía gustar el viaje pero en lugar de eso...-

- La idea es maravillosa, pero yo quería conseguirlo, no quiero tu...-

- Acéptalo.- Negó rápidamente, alejándome levemente.- Es para ustedes, sí? Te lo mereces.-

- Natalia.- Salí de su habitación con todas mis cosas, metiéndome en el despacho para intentar hacer otra cosa y dejar de mirar la foto familiar que tenía y ver a Sandra ahí, notando como Makis llegaba con su cabello húmedo y ropa holgada cubriendo su cuerpo.

- Lo siento.- Agachó su cabeza.- Te falté el respeto de la peor manera.- Negó rápidamente.- No te puedo jurar ni prometer que no volverá a pasar, solo quiero que cuando yo lo intente, me lo recalques, me recuerdes lo que pasó esta noche y yo no te lo haré otra vez.-

- No hace falta.-

- Mantengo una buena higiene, podría depilarme mejor y...- Tapó mi boca.

- Podrías ponerme alguna crema y dormir conmigo?-

- Pero...-

- Solo hazlo.- Secó sus lágrimas rápidamente.- Solo quiero eso en estos momentos.-

- Vamos.- La alcé en mis brazos para sentir como dejaba su cabeza en mi hombro, recostandome a su lado.

- Perdón.- Dijimos las dos al mismo tiempo.

- Bien, hagamos lo siguiente.- Me senté rápidamente.- Acepto que me pasé y mucho, si aceptas que podrías haber aceptado el viaje y que estudies lo que quieras.-

- Acepto.- Tomamos nuestras manos rápidamente.- Y no tengo idea de qué estudiar, me gusta enfermería pero estar en tu oficina me hace sentirme cómoda.-

- Bueno, podemos ver cuáles son tus verdaderas pasiones y que las estudies aún más.-

- Creí que te rendirías fácil.- Acaricie su mejilla suavemente.

- Creí que tenías ganas de comertela.- Noté su sonrisa.

- Creo que aún estoy procesando el hecho de que te guste mi cuerpo como es y tengo que superar ese miedo o asco que puedo sentir sobre los penes.- Frunci mi ceño.- No eres tú, tu cuerpo es hermoso, solo que nunca se me hizo lindo tener que chupar eso.-

- Ya te dije que esta limpio y suelo comer cosas que le den un buen sabor.- Me miró como si estuviera completamente loca.- Quizás solo es cuestión de tiempo para que te guste o que deje de darte asco.-

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora