Natalia.
La llevé hasta mi cuarto, notando su sonrisa cuando tomé sus labios, pegandola a una de las paredes.
Me había apurado lo suficiente como para llegar rápido. La necesitaba más que nunca.
- En cuatro, ahora.-
- Así?- Hizo el número con sus manos.
- Algo mejor.- La senté en el borde de la cama.- Quedate en ropa interior y en cuatro, porque te la arranco y no seré ni un poco considerada con tu primera vez.-
- Oh.- Me metí en el clóset, quitando mi ropa para quedarme en bóxer, dejando la cuerda alrededor del cabezal de la cama, tomando sus manos para amarrarlas.- Me tendrás así toda la hora?-
- Quién dijo que sería una hora?- Me miró fijamente, completamente sorprendida y solo pude tirar aún más, dejando sus manos aún más cerca de la madera.- Esto será rápido, no es lo que más me importa en estos momentos, pero tienes que aceptar tu castigo.- Asintió suavemente, jugando con el borde de sus bragas, dándole una nalgada.
- Si.- Levantó aún más su trasero, dejando un beso en su hombro, perdiendome en su cuello.- Por favor.-
- Quieres?- Ya ni llevaba la cuenta.
- Si.- Levantó aún más su trasero, dándole otra nalgada.- Mucho.- La última y la solté, girandola para tomar sus mejillas y besarla, secando el sudor que se comenzó a formar en su frente, sintiendo como enredó sus piernas en mi cintura.
- No eres la única.- Quité su brasier, sintiendo como sus manos se perdían en mi espalda, llegando a mi trasero para tirar de mi bóxer.
- Natalia.- Su cuerpo se arqueo, demostrandome que le gustaba cuando llevé sus pechos a mi boca, gruñendo contra su piel, su suave, perfecta e inmaculada piel, a la que iba a corromper tanto en su cuerpo como en su alma.
Moría porque ella me hable sucio, que inicie el juego y sea ella la que mande y, al mismo tiempo, que me llene de caricias y de tiernos detalles.
- Me quieres?- Asintió repetidas veces, alejándome levemente para terminar de quitar mi bóxer.- Y me quieres así?-
- Qué cambia?- Apoyé mis dedos en el borde de sus bragas, quitandolas rápidamente, haciendo que cubra su cuerpo por inercia.
- Qué pasó?- Me acerqué y simplemente me abrazó, gimiendo con cierta satisfacción de poder sentir sus pechos chocar con los míos y mi miembro rozar sus labios.
- No me depile, no tengo un cuerpo lindo para ti.-
- De verdad crees que me importa si estás gorda o si se te notan las costillas? Si estás completamente depilada o ni siquiera te depilas las piernas?- Acarició suavemente mis mejillas.- Yo tampoco estoy depilada y en lugar de eso, pienso en lo hermosa que eres y lo mucho que deseo estar dentro tuyo ahora.- Rasgue el envoltorio del preservativo.- Puedo mirar?- Suspiró asintiendo suavemente, pasando la yema de mis dedos por su vientre, subiendo por el valle de sus pechos para perderme en su brazo, tomando suavemente sus manos.
- Despac...- Jadeo cuando la penetre, adentrando mi lengua en su boca al tener sus labios levemente abiertos, dándome lugar a devorarla completamente, sintiendo como apretaba mis manos y cerraba sus ojos con fuerza al intentar soportar mis embestidas y ese deseo de no haber terminado que ya quería más, mucho más.
Makis.
Cubrí por inercia mi cuerpo con una sábana, mirando un punto fijo en la habitación.
El orgasmo, esa sensación de clímax; como llegar a la cima y poder tocar el cielo con la punta de tus dedos, sentirse liberado y como si todo lo malo se iba al hacerlo.
Y yo lo había hecho.
- Wow.- Intenté aguantar las ganas pero solo pude reírme, fijando mi mirada en ella para notar la misma sonrisa en su rostro.- Eso es.-
- Makis, ya tuvimos dos, si no es eso, no sé qué es.- Volví a reír, acercandome para dejar mi cabeza en su pecho.
- Es perfecto.- Miré las sábanas y los preservativos.- Y sucio.-
- Si?- Asentí suavemente, sintiendo como dejó un beso en mi frente, abrazandome.- Si eso crees.-
- Si, eso creo.- Levanté mi cabeza, conectado nuestras miradas para sentir como su mano se posaba en mi nuca, dejando un suave beso en sus labios.- Y ahora qué se hace?-
- Bueno, podemos seguir, dormir, bajar a cocinar o simplemente actuar como si nada y separarnos.-
- Que aburrido.- Asintió suavemente.- Nati.- Alzó sus cejas, a la espera de que diga algo.- Te quiero.-
- Bueno, eso también se puede decir.- Nos volvimos a besar.- Yo también te quiero, princesa.-
ESTÁS LEYENDO
Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]
FanfictionLo que debería ser un trámite más, podría volverse algo romántico, una forma de conocer a alguien completamente desconocido y, quizás, coincidir; sin importar las edades, ni las posiciones sociales, ni las personas que insistían en separarlas. (G!P)