Capítulo 21.

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Makis.

- Te gustan las frituras picantes?-

- No son mis favoritas, pero me gustan.-

- Y por qué no comes?- Alzó sus hombros.- Estas muy flaca, niña.- Ambas reímos volviendo a mirar hacia la pantalla del televisor, sintiendo como su mano pasó por mis hombros hasta pegarme a ella, levantando mi cabeza para que ella termine por besarme.

Llevé mis dedos rojos por las frituras a su boca, riendo junto a ella mientras los succionaba.

- Pica.- Volví a besarla para que mi lengua roce la suya, ganandome un suspiro de su parte.

- Quiero hablar sobre algo.- Alzó sus cejas.- Bueno, quizás sea aburrido para ti, pero creo que necesito saberlo.-

- Dime.- Acarició el dorso de mi mano.

- Te molesta si estoy depilada o no te importa?-

- Lo que me gusta más?- Asentí suavemente.- Me gusta que estés cómoda.-

- No, dime la verdad.- Me senté mejor.- Te molesta si estoy depilada o no.-

- Te quieres depilar?- Asentí suavemente.- Bien, yo también me tengo que depilar, entonces.-

- Pero...-

- Yo no te exijo tener o no pelos ahí abajo porque yo los tengo.- Besó mi frente.- Te molestan?-

- Siento que no se ve lindo.- Acarició suavemente mis mejillas.- Y si lo hacemos?-

- Eso quería escuchar.- Quitó su camiseta y solo pude reír junto a ella, negando rápidamente.

- No hacer eso.- Dejó besos por mi cuello.- Depilarnos juntas.-

- Y ponernos mascarillas y hacernos las uñas?- Asentí suavemente.- Esta bien.- Besó mi mentón.- Mañana sales un rato antes del trabajo y vas a hacer eso.-

- Y a la noche lo hacemos?-

- No.- Tiró de mi labio inferior.- Quiero hacerlo ahora.-

- No me refiero a hacer eso.- Me llevó hacia el cuarto.- Espera.-

- Qué pasó?-

- No comiste nada.- Me volvió a alzar, haciendo que se siente en el comienzo de su cama para dejarla desnuda rápidamente.- Quedate ahí.-

- No me hagas esperar.- Busqué mi teléfono.- Me vas a tomar fotos desnuda?-

- No.- La música comenzó a sonar, quedándome solo en bragas para acercarme a donde ella estaba.

- Me gusta.- Sus manos pasaron suavemente por mi espalda, sintiendo como ella simplemente corría mis bragas para apoyar sus dedos en mi centro, siendo inevitable reaccionar ante sus toques.

- Natalia.-

Tomé sus labios, meneando mis caderas en busca de más fricción, sintiendo como tomó uno de mis pechos y solo atine a clavar mis uñas en su espalda.

- No.- Alzó sus cejas, obligándola a volver a tomar mi pecho que aún no había recibido su atención necesaria.

Buscó un preservativo cuando quité mis bragas, tomándolo por ella para adentrarlo en su interior.

- Makis.- Tiré más de la cuenta de su labio inferior.- Me encantas.- Conectó nuestras miradas.- Haces que me ponga dura con tan solo verte, imaginarte y que me llenes de besos... no te separes nunca de mi lado.- Aguante el calambre para intentar llegar al mismo tiempo, sin lograrlo por mucho tiempo más.

- Si tengo la oportunidad de elegir, quiero seguir estando contigo.- Acarició suavemente mis mejillas.

- No será fácil.-

- Entre nosotras no será fácil?-

- Si, nosotras nos llevamos demasiado bien, solo que el resto...-

- A la gente le gusta hablar.- Apreté sus mejillas.- Y a mi nunca me importó lo que dijeron, no me importa que tu familia, que tus amigas o que una señora loca crean que no vamos a durar.-

- Te quiero.- Me abrazó fuertemente, acariciando su cabello suavemente.

- Yo también, Natalia.-

Me acunó en su pecho,

Pasando la yema de mis dedos por sus cicatrices, levantando mi cabeza para que el avellana de sus ojos me deje completamente embobada.

- Esas cajas que hay en la cocina son para ti?- Asintió suavemente.- Y te molesta?-

- Hace años las tomo.- Su mano subía y bajaba por mi espalda.- Mis padres esperaron muchísimo por un corazón para mi, aunque yo ya no haya tenido más esperanzas.-

- Lo lograron.-

- Si.- Formó una mueca.- Vivo para intentar decirles que estoy agradecida por encontrar un donante, pero al mismo tiempo, después del transplante llegó mi pubertad y además de tener cicatrices y ser la que ni siquiera podía enfermarse tenía un pene feo y sucio y mamá nunca me dejaba sola con tal de que no me haga daño.-

- Y la chica de la que hablaba tu padre?-

- Lucia?- Asentí suavemente.- Estudiamos en la misma universidad y empezamos a salir, le empecé a dar regalos y cuando Olgui me dijo de la cantidad de dinero que le daba y dejé de darle regalos para que lleguen los reclamos.- Susurró acurrucandose en busca de más cariño.- Y cuando creyó que yo quería sexo, se me acercó con tal de que le pague por hacerlo y volví a ver a Sandra.-

- Idiota.- Alzó sus cejas.- Sabes que no me cae bien.-

- Deberías agradecerle.- Tomó mis piernas para dejarlas en su cadera.- Porque por ella, yo sé coger.- Mordió mi mentón.- Y no es por egocéntrica, pero soy muy buena.-

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora