Capítulo 32.

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Natalia.

- Mi amor.- Me giré justo cuando Makis me tomó una foto, acercandome a sacarle la cámara.

- No te burles.- Quise borrarla por mi sonrisa idiota, pero ella no me dejó.

- Te ves hermosa.- Dejó un beso en mi mejilla.

- No me mientas.-

- Por qué lo haría?- Sentí sus brazos rodearme, siguiendo con las fotos.

- Repetiré una pregunta en este preciso momento.- Susurre al estar nuevamente frente al castillo, rozando nuestras narices.- Te quieres casar conmigo?-

- Obvio.- Besó mi mentón.- No lo dudaría ni un segundo en decirte que sí.-

- Te amo, pequeña.- Dejé un suave beso en sus labios.- Ve con Cami, diviertanse mientras que Juli y yo buscamos lo que hace falta para las doce.-

- Segura que podrán solas en el parque?- Asentí suavemente, volviendo a besarla para separarnos a duras penas.

- Por cuál montaña rusa quieres empezar?-

- Deberíamos concentrarnos y seguir con los juegos luego, ya estamos grandes.- Alzó sus cejas.- Dos horitas y después nos enfocamos en las compras?-

- Vamos.- Corrimos a otro parque diferente al que Makis llevaría a Camila, consiguiendo todo por camino para llegar antes que ellas al hotel, dejando todo listo y a nosotras con unos absurdos pijamas que mi futura esposa quería que usemos.

- Esto es estupido.- Abrí los dos primeros botones justo cuando la puerta se abrió, notando la felicidad de Camila al compartir su pijama con Juliana.

- Relájate.- Apretó mi trasero, prendiendo la vela de la pequeña torta.

- Te mentí, no compramos las cosas con tiempo.- Alzó sus cejas.- No puedo ocultartelo.-

- Se metieron en algún parque?- Asentí rápidamente.- Gobernada, te dije que podías divertirte y que yo podía comprar las cosas.-

- Bueno, ya compré todo, si?- Dejó un suave beso en mis labios.

- Pides tus tres deseos?-

- Estar aquí era uno, gracias.- Makis apretó mi mano.- Y con mi mejor amiga, no sé si puedo pedir algo más.-

- Juli está disponible.- Lancé haciendo que las dos se sonrían.

- Pediré un deseo solo si ustedes también piden uno.- Miré a Makis y cerré mis ojos por un momento.

"Que se nos dé y que no suelte nunca más mi mano".

- Hora de brindar.- Serví cuatro copas, notando su mirada fija en mis movimientos.

- Te puedes emborrachar, yo te cuidaré.- Chocamos nuestras copas cuando el reloj marcó las doce, sintiendo como sus labios tomaron los míos con una suavidad extrema.

Aproveché a dejar constancia en mi cámara de esa noche y de como Makis sonreía más de la cuenta y no dejaba de decir burradas hasta que...

- Natalia y yo cogemos todas las noches.- Juli se quedó callada y Cami se volvió a reír junto a Makis.

- Ni una sola palabra.- Negó rápidamente.

- Y duro?-

- Si.- Juli intentó aguantarse la risa, golpeando su hombro.- Aunque también es un manso gatito que a veces se enoja y me parte en dos.-

- Makis, creo que es hora de ir a dormir.-

- Nosotras haremos lo mismo.- Juliana negó rápidamente, sabía que la respetaba demasiado y mucho más en el estado en el que estaba.

- Nosotras ya lo hicimos hoy.- La alcé sin problema.- Ahora me va a castigar como Christian Grey.-

- Descansen.- Lancé cerrando la puerta, notando como Makis no dejaba de reírse.

- Estoy mareada.- La ayudé a llegar al inodoro para que vomite, limpiando su boca cuando comenzó a llorar.- Me mentiste todo este tiempo.-

- Yo?- Asintió volviendo a vomitar antes de dejar que limpie su boca.

- No me puedes querer después de verme así. Esto es un asco.-

- Te cuento un secreto?- Parecía escucharme atenta.- Durante mi primer borrachera, me desnude cuando entré en mi casa y me tiré en la piscina para terminar vomitando ahí.-

- Y tus padres?-

- Me dieron el castigo de mi vida y tuve que limpiar la piscina, obvio.- Escuché como ella comenzó a reírse de la nada.- Te sientes mejor?-

- Si.- Se levantó con cuidado, ayudándola a llegar a la cama.

- Limpiare el baño, me esperas?-

- Nati.- Tomó mi mano.- Te la quiero chupar.- Besé su frente.

- Vas a volver a vomitar.- Negó rápidamente.

- Me gusta tu pene, no me da asco. Solo que... no sé, no me gusta.-

- A mi tampoco me gusta.-

- Pero yo soy feliz si estas feliz.- Tomó mis mejillas.- Y ese es tu pequeño orgullo, al igual que tus cicatrices. Te hicieron la guerrera que eres hoy en día.-

- Quitaré mi armadura durante nuestra luna de miel y por primera vez, me animaré a decir que haré el amor con la persona que más amo.-

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora