Capítulo 44.

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Natalia.

- Dime que pare cuando no soportes más.- Asintió suavemente, quitando lentamente su camiseta.- Makis.-

- Te lo diré, tranquila.-

- Haré cosas que ambas disfrutemos, no te mereces un castigo y tampoco te lo daré.- Asintió suavemente.- No me odies, por favor.- Quité su brasier, pasando dos esposas diferentes por sus muñecas, sentandola para terminar por desnudarla, encontrándome con sus ojitos completamente curiosos e inocentes, dejando sus manos esposadas en la cama del cuarto de invitados, donde ella durmió en un principio.

Cubrí sus ojos, pasando lentamente una pluma que la hizo reaccionar rápidamente, pasando por sus pechos hasta bajar por sus piernas, apoyando un succionador en su clitoris.

- Si es mucho para ti, no lo usaré.- Asintió suavemente, activandolo para clavar sus tobillos en la cama, mientras que su cuerpo se alzó de una manera diferente.

- Natalia.- Subí de nivel, rozando nuestros labios para tentarla, lograndolo cuando pasé mi lengua por su labio inferior.- No te detengas.- Apreté uno de sus pechos, mordiendo pequeñas zonas de su cuello, sintiendo como sus piernas me rodearon, dejando el juguete a un lado para acariciar su clitoris.- Qué fue eso?-

- Un poquito.- Succione el lóbulo de su oreja.

Bajé mi bóxer, buscando un preservativo mientras que ella se recuperaba.

Volví a besarla, notando su sonrisa cuando me alejaba.

- No seas así.- Tiré de su labio inferior.- Natalia.- Suspiró frustrada cuando me separé levemente.

- Dónde quieres que te dé besitos?- Relamio sus labios.

- Bésame.-

- Dónde?- La penetre, ganandome un gemido de protesta.- Perdón.-

- En los labios.-

- De abajo?- Negó rápidamente.- Si tú lo dices.- Tomé sus labios suavemente, sintiendo como todo su aprendizaje se veía reflejado en el frenesí con el que me besaba. Había aprendido a besar como a mi me gustaba.

- Ahora entiendo porqué te gustaba.- La llevé hasta nuestra habitación con su cuerpo aferrado al mío mientras que yo no quitaba de mis de sus muslos.

- No es algo que me guste demasiado, me recuerda a ella y contigo hice algo similar, sin dolor ni cosas asquerosas.- Noté como sus muñecas estaban rojas.- Tiraste mucho?-

- Si, un poco.- Busqué rápidamente un gel.

- Duele?- Negó suavemente, pasándolo con cuidado.

- Qué haces?-

- Qué crees que hago?- Cubrí nuestros cuerpos con una sábana, abrazandola.

- Me gusta hacer cucharita, pero no te puedo ver.-

- Me quieres ver?-

- Si.- Se giró lentamente.- Te quiero ver y te quiero dar besitos.-

- Yo encantada de recibirlos, mi amor.- Sonrió repartiendo besos por todo mi rostro.

- Eres hermosa, alguna vez te lo dije?-

- Quizás, no lo recuerdo.- Roce nuestras narices.- Repítelo a ver si lo recuerdo.-

- Estás vieja, eso es lo que pasa.-

- Me estás diciendo arrugada? Que falta de respeto.- Dejé besos por su cuello, estallando en mi interior al saber que ella estaba feliz.

- Deberíamos dormir.- Asentí suavemente, volviendo a besarla.

- Makis.-

- Dime.- Se acunó en mi pecho.- No miento cuando digo que eres perfecta. Me esperaba una niña que tendría miedo cuando la quería abrazar y darle besos, pero en lugar de eso eres como mi mejor amiga pero sexy y por eso te pienso como algo más que una amiga.- Me abrazó demasiado fuerte, dejando un beso en su frente.

- Le ganas a Cami.- Frunci mi ceño.- Con Cami hablamos sobre temas interesantes que también hablo contigo, pero nunca estaría desnuda con ella ni la besaría porque la conozco desde que usa pañales.-

- Bueno, hay fotos de cuando era bebé y usaba pañales.-

- Tu madre me enseñó una.- Me levanté rápidamente.

- De verdad?- Asintió sin problema.- No le daré nietos, vieja loca. Quiere que nos separemos.-

- Te veías demasiado tierna.-

- Es la que tengo un sonajero?- Asintió suavemente.- Era gorda y fea.-

- Eras hermosa.- Tomó mis mejillas.- Lo sigues siendo y no digas que eras fea porque nuestros hijos podrían salir así.-

Nuestros hijos.

- Te amo.- Tomé sus mejillas para besarla.- Muchísimo.-

- Yo también, pero no lo digamos tanto, por si nos sale natural y no lo sentimos.- Tomé su mano, dejándola en mi pecho.

- Crees que no lo siento?-

- No va muy rápido?- Susurró respecto a mi corazón.

- Está bien- Alzó sus cejas.- porque está contigo, no?-

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora