Makis.
Llevaba toda la mañana mirando decoraciones, mientras ella trabajaba, sabiendo que muchas cosas luego podríamos descartar para que sea una linda boda y no solo un trámite.
Sentí su mirada fija en mi, mirándola de reojo para que su sonrisa sea aún más ancha.
- Qué tanto miras?-
- Eres hermosa.- Se acercó lentamente, sintiendo sus brazos rodearme.- Qué encontraste?- Le enseñé la carpeta.- De todo.- Reí junto a ella.
- Dijiste algo en la playa y esto me gustó.- Asintió suavemente.
- Festejaste tu cumpleaños de quince?- Negué rápidamente.- Entonces, esto será aún más especial.- Dejó un beso en mi mejilla, revisando con detalle el resto, notando como ella se negaba a pocas cosas.
- Pero te gustan o solo es para contentarme?-
- La entrada sería así.- Señaló lo que más me había gustado.- Y que haya pétalos tirados en el piso así cuando pasas, te los llevas con tu vestido.- Cambió de imagen.- Qué haya un arco y debajo vayamos nosotras, además de que los anillos estén esperándonos junto con el juez.-
- Listo?- Asintió suavemente.- Seguro cambiamos algo, pero es un buen comienzo.-
- Me gusta.- Moví mi cabeza para que me bese.- Puedes ir a casa, yo iré a una reunión más y nos veremos allí.-
- Me das dinero?- Frunció su ceño.- Iré a comprar algo.-
- Algo como qué?-
- Algo que te va a gustar mucho.-
- Y lo vas a usar?- Asentí suavemente, notando su sonrisa ancha.- Le diré al chófer que vas a comprar algo.-
- Prepárate.- Parecía demasiado feliz.- Nos vemos luego.- Dejé un suave beso en sus labios, intentando no reírme de su felicidad al creer algo completamente diferente.
Natalia.
- Makis?- Guardé el papeleo en mi despacho, dejando mi blazer en el sofá.
- Hola.- La vi de lejos, pero no traía poca ropa, hasta podía decir que el hoodie que tenía puesto era mío.- Cómo estás?-
- Bien.- Dejé un suave beso en sus labios.
- Preparé la cena.- Sentía perfectamente el aroma y me encantaba.- Te quieres cambiar?-
- Está bien.- Volví a besarla, subiendo rápidamente para encontrar lo que debía ponerme tirado en la cama, bajando justo cuando ella estaba intentando encender una vela.- Es una cita?-
- Si, algo así.- Alcé mis cejas.- Empezaremos con una rica cena y luego, veremos películas.-
- Y para qué necesitabas el dinero?-
- Para comprar la comida, Natalia.- Me miró como si fuera obvio.
- Entonces, no compraste nada sexy?- Negó suavemente.
- Puedo hacerlo si quieres.-
- Yo no soy la única que tiene que quererlo, Makis.- Rodeó mi cuello con sus brazos, colgándose de mi.
- Yo quiero probarlo.- Alcé mis cejas.- Bueno, me gustaría hacer una rutina en tu gimnasio y ver los resultados al usar mi ropa, dejar de ser esto- Levantó todo lo que traía puesto para enseñar su vientre.- y utilizar esas prendas que suelen ser más sexys.-
- Te gusta eso?- Asintió suavemente.- Y yo que puedo hacer?-
- Tú? Seguir ejercitando.- Dejó su mano en mi vientre.- Y decirme cosas sucias para subir mi autoestima.-
- Pasaré mi falo por tus tetas.-
- Bueno, eso no.- Reí junto a ella, tomando sus labios suavemente.
- Tampoco quería hacerlo.- Tiré de su labio inferior.- O quizás sí, no lo sé, dime tú.-
- De a poco.- Asentí suavemente.- No me atrevo a tanto.-
- Y a mi no me gusta.- Tomé sus mejillas.- Solo quiero terminar dentro tuyo.-
- No soy una taza, Natalia.- Me estaba tentando demasiado.- Aunque podrías dejar tu leche.- Tomé su cuello, besandola con cierta desesperación y ese deseo de hacerla mía en cualquier rincón de la casa, pero ella era tan suave y delicada que en estos momentos, quería hacer ese plan perfecto del que hablaba, guardando mis ideas perversas para otro momento.
- Qué me cocinaste?-
- Es una idiotez, pero quizás te gusta.- Me trajo uno de los platos.- Ya podría estar frío, si no pensaras tanto en otras cosas todo sería más fácil.-
- Y si no me gusta?-
- Pones cara de que te gusta y te lo comes igual.- Alcé mis hombros, dándole una mordida a la hamburguesa que había preparado.
- Está crudo, no como huevo frito y el queso no se derritió.-
- Mentirosa.- Reí junto a ella, mientras que enseñaba que la suya era igual a la mía y estaba perfectamente hecha.
- Me encanta.- Quise darle un beso pero se alejó al tener ambas comida en la boca.- Podría vivir con esto.-
- Que llegues del trabajo y yo te espere con la cena?-
- Si, solo que también podrías esperarme sin la cena y que cocinemos juntas o que nos comamos.-
- Me gusta tu idea.- Estaba a punto de decir algo para incomodarme, lo sabía. Sabía que dentro de esa niña tan... tierna y sexy a la vez se escondía un pequeño monstruo.- Podrías tirarme sobre la mesa hasta romperla.- Era una buena idea.- Y que unos meses después, vengas de trabajar y yo tenga una panza gigante y que ni siquiera pueda caminar.-
- Tranquila que si te sale una cosa gigante, no será por cogerte contra esa mesa.-
Veníamos muy bien, hasta que dejó de reírse y tomó mi mano.- Quiero que me hagas lo que hacías con esa mujer.- Qué? No pensaba tirarle la cera de una vela por su cuerpo.- Quiero que uses lo que tienes en ese cajón y me enseñes todo, quiero aprender y quiero saber porqué te gustaba tanto.-
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Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]
FanfictionLo que debería ser un trámite más, podría volverse algo romántico, una forma de conocer a alguien completamente desconocido y, quizás, coincidir; sin importar las edades, ni las posiciones sociales, ni las personas que insistían en separarlas. (G!P)