Capítulo 41.

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Natalia.

- Y con eso ya tenemos listo todo lo de la próxima semana, Rata, ve a dormir con Makis.- Susurró Olga del otro lado del teléfono.

- Descansa, bebé Lu.- Tiré un beso al aire, cortando la llamada para apagar la computadora, intentando acomodar el escritorio.

- Ya terminaste?- Asomó su rostro.

- Qué preparaste?-

- Tienes que cubrir tus ojos.- Me entregó un pañuelo, siendo ella la que se encargó de confirmar que no veía.- Vamos a subir las escaleras.-

- Qué preparaste?- Sentí como quitó mis zapatos.

- Déjate llevar.- Dejó un beso en mi mejilla, quitando mi corbata para hacer lo mismo con mi camisa.

- Quieres coger?- Escuché una risilla de su parte.

- No, no quiero coger.-

- Y por qué me dejas desnuda?- Me quedé en ropa interior.

- Porque quiero que estés cómoda.- Sentí como pasó otro pantalón, obligándome a usar una camiseta.

- Makis...- Quitó el pañuelo, intentando acostumbrarme a la luz que había.- Segura que no quieres coger?- Señalé los pétalos de rosa que había esparcidos por la cama.

- No.-

Trenzó mi cabello, sentandome en el comienzo de la cama.

- Cuál quieres?- Me entregó diferentes cremas, tomando la que podía arrancar luego.

- También te harás una?- Negó rápidamente, quedando detrás mío para comenzar a masajear lentamente mi nuca, bajando lentamente.- Yo quitaría mi camiseta y te obligaría a sentarte sobre mi.-

- Relájate.- Susurró dejando un beso en mi cuello.

- Me dormiré con esto puesto.- Me giré solo para que lo quite, limpiando mi rostro con cuidado.- Puedo hacerlo yo ahora?-

- Qué quieres hacer?-

Dejé a un lado la camiseta que me había robado para usar como pijama, dejándola solo con sus bragas.

- Quieres coger?- Dejé un beso en su frente, negando repetidas veces.

- Quizás te dé frío.- Susurre dejando caer algunas gotas de aceite por sus hombros, esparciendolo lentamente, dejando mis manos debajo de sus redonditos pechos.

- Quieres coger, no?-

- Quizás.- La dejé boca abajo, pasando lentamente por su espalda con demasiado cuidado, jugando con el borde de sus bragas.- Quieres?- Se giró solo para abrir sus piernas, acercandome para que simplemente tome mis mejillas, tomando el preservativo para que me lo quite de la nada.

- No estoy cerca de menstruar.-

- No quiero arriesgarme.- Pasé mi pulgar por su labio inferior.

- Pero no quieres un bebé?-

- Sí y contigo aún más, pero son días difíciles, tu familia se podría volver a reunir y quizás nosotras no necesitemos estar juntas.-

- Me vas a dejar?- Se alejó rápidamente.

- No.- Tomé sus manos suavemente.- No estarás obligada a estar conmigo y quiero que decidas bien lo que quieres.-

- Pero yo quiero estar contigo, yo te elijo a ti.-

- Gracias, Makis.- Dejé un beso en su frente, notando como ella simplemente se quedaba ahí, saliendo al no soportar las ganas de llorar.

Makis es joven, un día quizás querrá probar cosas nuevas y yo no esperaré que me busque para probarlo, pero lo hará con alguien mejor, porque siempre existirá alguien mejor que yo. La persona correcta para ella.

Omnisciente.

- Makis, qué haces aquí tan temprano?- Preguntó sin entender Juliana, mientras la pequeña simplemente entró, encontrando a Camila desayunando.

- Sabía  que estabas aquí.- Se acercó a abrazarla.

- Qué ocurre?- La morena no se contuvo y simplemente lloró.

- Natalia ya no me quiere.- Juliana no sabia si reírse o ponerse seria y demostrarle a Makis las mil y un razones por las que Natalia la quería.

- Por qué dices eso?-

- Ella... ella no me quiere.- Repitió ahogada.

- Es imposible que Natalia no te quiera, Mak.- Susurró Juliana.- Mira, las tres nos conocemos desde que usamos pañales y nunca en mi vida vi a Natalia así de enamorada.-

- Eso es porque no sabías lo de Sandra.-

- No lo sabía, pero me daba cuenta de que no le gustaba verla en su casa, de que en las reuniones evitaba estar en contacto con ella porque no tenía los huevos para presentarla a su familia como la persona que amaba porque Natalia sabía perfectamente que no era así y desde que llegaste, ella no para de hablar de ti, donde sea, excepto en las reuniones de trabajo, obvio.- La morena sonrió.- Pero Natalia no deja de adelantar trabajo con tal de que todo esté listo cuando llegue el momento y pueda quedarse cinco minutos más en la cama contigo, desayunar tranquilas e incluso tomarse el día libre con tal de estar cerca tuyo.-

- Mamá, crees que Makis me querrá igual?- Natalia no se aguantó y le había contado a su madre toda la verdad respecto a su relación.

- Makis no te quiere por el dinero, Nati. Lo veo perfectamente y no conozco a su familia, pero te conozco a ti y sé que eres capaz de todo y de enamorarla cada día más hasta que no tenga más fuerza tu corazón y ella te dé el suyo porque sabe que lo cuidarás.-

- Natalia es la persona más burra, inútil e inocente que conozco y no hablo de algo sexual, ella cree inocentemente en lo que le dices y también tiene mucho miedo de que le mientas como lo hizo Lucía. Pero eres más que eso, mucho más y por eso hasta Olga es capaz de ablandar su corazón para decir que eres la correcta para ella.-

- Pero solo tiene dieciocho.-

- Y qué riesgo estaba dispuesta a correr por ti?- La castaña agachó su cabeza.- Makis piensa en una familia, en un futuro y estas ahí, Natalia. Dame ese nieto y dile a Makis cuánto la amas firmando ese papel y haciendo la boda de tus sueños.-

- Con delfines y sirenas?-

- Y Makis caminando hacia el altar para tomar tu mano y complacer a una Afanador que tiene que aprender a luchar por lo que verdaderamente quiere.-

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora