Capítulo 23.

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Makis.

Buscar a Camila en uno de los tantos autos que Natalia tenía, acompañada de su chófer era lo más estresante e incómodo por lo que había pasado hace mucho tiempo.

El señor iba respetando cada una de las normas, desde ir despacio y no tomar atajos frente a la cantidad de autos que iban delante nuestro, notando la sorpresa de Camila cuando le abrió la puerta.

- Señorita Esguerra.- Camila era otro caso, ella ya había mirado de arriba a abajo al hombre y subió solo para confirmarmelo.

- Que pecho que tiene.- Rode mis ojos.- Y viste su trasero?-

- Hola Cami.- Lancé en mi mejor tono de voz.- No hagas esos comentarios en la casa de Natalia, estarán sus amigas junto.-

- Y son lindas?-

- Una tiene novio y la otra creo que está soltera.-

- Dime que no es rubia, por favor.- Negué rápidamente, haciendo que aplauda como si nada.

- Tranquila.- Suspiró asintiendo lentamente apenas estábamos por llegar.- Trajiste tu mejor bikini, supongo.-

- Obvio.- Bajó levemente su short para enseñar la tira de su tanga.

- Sabes que son mayores, no?- Asintió rápidamente, como si por eso estaría aún más feliz.- Estas loca.-

- Tienes algo justo aquí.- Señaló mi cuello, antes de que comience a reír.- Hubieras visto tu cara.- Intentó imitarme.- Perdón, te amo.- Besó mi mejilla, bajandonos justo cuando Juliana y Olga estacionaban a nuestro lado.

- Señoritas, están perdidas?-

- Tienen hasta un guardia.- Susurró Olga al salir del auto.

- Bien, la que me odia es Olga y la que no deja de sonreír es Juliana.-

- Yo soy Camila.- Su voz era diferente y solo pude abrir la puerta para que Natalia aparezca con flotadores en sus manos.

- Qué haces?- Sonrió acercandose a mi lado para besarme, siendo interrumpidas por sus amigas.

- Viven juntas y están como si no se ven nunca.- Llevé por ella lo que tenía en sus manos, sintiendo como Camila entrelazo su brazo con el mío.

- Lo que está Juliana.- Sólo intenté pedirle que se calle.- Aunque le entro a las tres juntas.- La miré mal.

- Beberán algo?- Susurró sintiendo como dejaba sus manos en mi cintura.

- Tenemos cervezas y creo que la rata dejó gaseosas en su heladera.-

- Esas son para mi.- Las dos asomaron su cabeza.

- No puedes beber alcohol?- Natalia se tensó.

- No bebé, es una aburrida.- Camila nos había salvado, sin esperar que Olga pase a nuestro lado en bikini y pase sus cremas antes de sentarse en una de las reposeras.

- Prepararé la comida.-

- Necesitas ayuda?- Tomó mi mano, llegando a escuchar las voces de Juliana y Camila, mientras se sentaban en otras dos reposeras, sintiendo como ella me alzó y comenzó a besarme como si nada.

- Ya quiero que se vayan.- Mordió más de la cuenta mi labio inferior.

- Basta.- Dejó besos por mi cuello.- Si nos ven será peor.- Me bajó lentamente, detallando su puchero.

- Aburrida.- Pasó con cierta delicadeza la sal por la carne, desparramandola con sus manos como si quisiera tentarme, apretando su trasero cuando llevé las cosas importantes a la parrilla.

- Mak, me pasas crema en la espalda?-

- Quieres un masaje también?- Busqué su crema para dejar su piel más blanca de lo natural, escuchando la carcajada de Juliana al utilizar lo que sobraba para su vientre.

- Por qué no bebes?- Preguntó Olga levantando sus gafas.

- Solo probé el vino que Natalia tiene y no es algo que me haya gustado demasiado.- Escuché las carcajadas de ambas, mientras Natalia dejaba todo sobre la parrilla, mirándome con su ceja alzada, levantando mis brazos para que se acerque lentamente, sin llegar a escapar que ya me había alzado.- Ni lo pienses.-

- Respira hondo.- Negué rápidamente, aferrandome a su cuello.

- Natalia.- No llegué a decir nada más, ya estábamos más que empapadas porque Juliana la había empujado y terminamos por caer juntas.

- Esta fría?- Lanzó divertida, tirándole agua para sentir como Natalia tomó mi cabeza y me dejó debajo del agua.

- Basta.- Me aferre a ella al ni siquiera tocar el fondo.

- Mis vinos son los mejores.-

- Pero no me gustaron.- Me senté en el borde de la piscina, dejando mi camiseta a un lado.

- Si no estarías en la piscina, tendríamos que secar tu baba.- Susurró Juliana sentándose a mi lado, mientras Natalia se acercaba a nosotras lentamente.

- Otra vez no.- Se sentó a mi lado.

- Rata, estás un poco blanca.- Sonreí levemente, detallando su vientre cuando quitó su camiseta.

- Envidia se llama lo tuyo.- Entrelazo nuestras manos, notando como Cami se había quedado dormida ahí.

- Y tú alianza?-

- Cami aún no sabe y no quiero contárselo aún.- Juli asintió, notando las cejas alzadas de Olga.- Ustedes quizás lo entienden de otra forma, ella solo va a pensar en lo mucho que me pierdo por casarme ahora.- Era obvio que Cami cuando se dormía era imposible despertarla a menos que sea una urgencia y haría falta un vaso de agua, lo sabía perfectamente.

- Si, eso también lo pensamos nosotras.-

- Es parte del trato.- Natalia asintió suavemente.- Y sólo tendré un anillo, seguiremos pasando tiempo como lo hacemos, pero no cambia en nada que yo sea demasiado pequeña o los años que nos llevamos.-

- Además, no me va a dejar porque la tengo más que saciada cada noche.- Alcé mis cejas, escuchando la carcajada de sus amigas.

- Era obvio que no iban a aguantarse.- Miré a Natalia, quien me recorría con la mirada como si nada.

- Era imposible.- Dejé mi cabeza en su hombro.- Serán las madrinas de la boda.-

- Boda? Quién se casa?- Creo que retiro lo dicho, Cami se despertó.

Quizás era por su afán de saber todos los chismes lo que la despertó igual que si le tiraría un vaso con agua.

Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora