Una Vida Para Amarte- (Ventino) [Makia]

Capítulo 24.

Makis.

- Dile.- Susurró lo más cerca de mi oído, mientras ella no paraba de mirarnos a todas.

- Nosotras.- Susurre suavemente.

- Ustedes? Casadas?- Escuché su carcajada.- Eso puede pasar, pero aún no te veo casada, además... se llevan muchos años; podrían querer cosas diferentes.-

- Eso lo sabremos con el tiempo.- Susurró Natalia intentando ayudarme, formando una mueca.- Sus padres están de acuerdo y los míos la están conociendo de a poco.-

- Y ustedes están de acuerdo?-

- Es decisión de ellas.- Dijo Olga quitando sus gafas para sentarse.- No sé si estás feliz o no, pero yo sí, porque mi amiga por primera vez encontró a alguien que la quiere, la respeta y la ama.- Eso salió de la boca de Olga?

Creo que no me odia tanto.

- Mak.- Parecía aún procesarlo.- De verdad?-

- Si.- Asintió lentamente.- Sé que es pronto y que nos podríamos equivocar, pero estamos aprendiendo juntas en esto y lo queremos intentar de verdad.- Miré a Natalia, dedicándome una sonrisa para confirmar todo lo que podía sentir por ella.- Y si nos equivocamos, podremos aceptarlo, pero en estos momentos quiero eso.-

- Ya te quieres casar?-

- Ella me gusta, Cami y ya está un poco vieja, por eso accedo a casarme tan pronto.- Ambas reímos.- Saldremos como solíamos hacerlo y cuando te vayas a estudiar te iré a visitar.-

- Y no vas a estudiar solo para casarte?-

- Eso es la otra parte de la historia que te contaré en otro momento porque sería mucha información hoy y no lo entenderías.- Asintió sin entender.- Pero lo que importa es que nos queremos y que así ya empezamos bien.-

- Está tan buena que quiero mostrarle a todos que tengo una esposa linda.- Sentí sus brazos rodearme.- Además, apenas ella firme, la encerrare en esta casa y solo saldrá si es necesario, quiero ser la única que la vea.- Dejó un beso en mi cuello, teniendo su mentón en mi hombro.

- Y cuando se casan, los bebés llegan, así que seremos tías.- Negué rápidamente.

- Aún no llamamos a la cigüeña.-

- Que no aparezca por un buen tiempo.-

Natalia.

Olga se había ido y cuando entré en la cocina para buscar a Makis, ella estaba mirando por la ventana como Juliana y Camila estaban demasiado cerca, dejando mi mano en su cintura.

- Qué hacías?- Tomó su teléfono nuevamente.

- Cada año, su madre y yo organizamos su cumpleaños.- Asentí suavemente.- Y este año, quiere que pase uno de los días con su familia.-

- Y son muchos?-

- Solemos invitar a pocos, pero esos invitan a más y a la seis de la mañana, Cami suele terminar vomitando a mi lado.- Sonreí levemente.- Pero ella ya no quiere una fiesta, quería que si teníamos la posibilidad, nos vayamos a algún lugar juntas.-

- Un viaje juntas?- Asintió rápidamente.- Y qué pasa con eso?-

- No podemos hacerlo, Natalia.-

- Por qué no?-

- Cómo esperas que lo hagamos?-

- Hola, a dónde quieres llevar a tu mejor amiga?- Negó rápidamente.- Si no me dices ningún lugar, yo sacaré dos pasajes y te irás con Camila a donde yo decida.-

- No gastarás tu dinero en eso, en otro momento...-

- Señorita Afanador, qué necesita?-

- Buenas tardes, Mariana.- Aclaré mi garganta, así Makis niegue repetidas veces.- Quiero que saques dos pasajes para la primer semana de diciembre a Orlando, incluye todo lo que sea necesario.-

Corté la llamada y ella solo salió de la cocina, tomando su mano para que se intente soltar.

- No me hagas esto.-

- No te lo conté para que lo hagas, te lo dije porque confío en ti, no quiero tu dinero, Natalia.- Tomé su cintura.

- Quiero verte y hacerte feliz.- Suspiró negando rápidamente.- Camila y tú son mejores amigas, quiero que vayas ahí y disfruten del viaje antes de que tengan que estudiar y no puedan verse.-

- Tengan? Yo no... Natalia.-

- Qué quieres estudiar?-

- Basta.- Me alejó de su cuerpo.- No decidas por mi, yo estoy aquí para cumplir con lo que dices, pero esto no.-

- Entonces iré con ustedes, Juli vendrá conmigo, un viaje entre las cuatro.-

- Por qué Juliana?-

- Por eso.- Ambas vimos como ellas se besaban, agachando mi cabeza.- Quiero que seas feliz estando a mi lado, sin importar lo que haga falta o el dinero que sea necesario, sé que no eres como Lucía.-

- De verdad, no quiero.- Me volví a acercar.

- Si no lo aceptas te castigaré hasta que digas que sí.-

- Inténtalo.-

- No sabes con quién te metes, pequeña.-