Capítulo 4

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-Colombia-

Llevo un mes buscando a este cannibal y no me aparece nada.
No hay rastros de él en las redes, ni en cámaras de seguridad, si llega a salir en alguna no se le ve nada, ni el rostro, ni la piel, ni la estupida marca de los zapatos en las suelas, ademas no me serviría de nada por que se pone zapatos para mujeres. Es un hijo de puta muy inteligente, me hacía dar vueltas sin llegar a ningún lado.
Me estoy volviendo loca.
Me recosté en la mesa después de ver la computadora por horas.
La puerta de mi oficina se abrió, escuchando chiflidos melodiosos

- Colombia te traje café - Corea musitó, cerrando la puerta con el pie - Con caramelo, como te gusta.

Levante la mirada para verlo parado como un cachorro emocionado con la caja de cafés en la mano.

- ¿Te encuentras bien? - Me pregunto.

Aporree mi cabeza cinco veces contra la mesa.

- OYE OYE OYE TRANQUILA - Corea me detuvo colocando su mano en donde me pegaba, sobando mi frente - ¿Que sucede?, ¿Por que estás así?.

- Ese hijo de puta es más inteligente de lo que creía, no hay rastros en ningún lado, ni siquiera en redes - me jale del cabello - Esta imposible encontrarlo, me quede sin pistas.

Se rascó la parte de atrás del cuello, mirando alrededor

- Mira tomate tu tiempo tal vez aparezca en algún lado - me dio palma ditas en la espalda.

- Si el man es tan peligroso como dices no puedo tomarme mi tiempo - me levante yendo a mi tablero donde ponía todas mis pistas - Quizás si veo de que tipo de cuero son sus guantes podría encontrar al distribuidor, o tal vez la marca, aunque lo dudo no creo que vaya a tiendas a comprar.

- Suena muy cansado - hablo con suavidad - ¿No quieres ir a cenar o a caminar? Para que tomes un poco de aire fresco, llevas en este cuarto desde la mañana y ya son las ocho de la noche.

Tome un poco de estambre rojo para conectar las pistas, pero de verdad que nada tenía sentido,
¿Por que en una alcantarilla en Nairobi?.

¿Que hacia Corea en una alcantarilla en Nairobi?.

Me giré a verlo. Estaba checando las notas en mi libreta, luego viendo a mis notas sueltas y regresando a las del cuaderno.

- ¿Corea?.

- ¿Mande?.

- Tengo sospechas de que tú estás detrás de todo esto.

Levantó la mirada del cuaderno atónito,

- ¿Por que llegaste a esa conclusión?.

- No se, tengo el presentimiento - cheque sus lados por si tenía algún arma escondida.

- Le aseguró que puedes confiar en mi - me pasó mi café - Si lo dudas, puedes decirme, solo quiero ayudarte.

- ¿Puedes llevarme a la alcantarilla? - me tome un sorbo del café.

- Bueno creo que es un poco peligroso que vayas, digo no es por nada hasta yo estaba asustado por la profundidad y la oscuridad - tartamudeo - No quiero que una dama se ensucie o se lastime.

Si nos volvemos a encontrar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora