-México-
Sentí un fuerte golpe en el pecho que hizo que me despertara
- Despierta, ya llegamos - el aviador me gritó.
Sacudí mi cabeza, mirando a Sofi en mis brazos dormida. La cargué en una mano para agarrar el dron de el gringo. Me baje del helicóptero en un terreno lleno de nieve
- Dios que frío - me dio un escalofrío - ¿Cuando nevó?.
- Aterrizamos hace cinco horas pero era de madrugada, alrededor de las seis de la mañana nevó - checo su reloj - Son las siete.
- Muchas gracias - mire alrededor para checar si había algún lugar a donde ir - Me voy a morir de frío si camino.
- Pues corre - prendió un cigarrillo.
- Que simpatico - gruñi, tomando mis cosas y corriendo hacia los árboles.
El frío se me colaba por todos lados, necesito algo en donde moverme más rápido.
- Tengo frío - Sofi tembló.
- Mierda - baje el dron para ver a Sofi.
Me acorde de una antigua técnica que utilizaba mi madre para moverse más rápido conmigo. Tome el poncho, formando una mochila en mi espalda y colocando a Sofi en ella, le cubrí la cabeza con el sobrante de tela y me la amarré al pecho.
Tome al dron otra vez, corriendo de nuevo.Llegue a un establo, parecía abandonado, pero quizás ahí encuentre algo.
Entre, checando la madera rota del lugar, parte del establo había colapsado, la nieve entró por el hueco en el techo.
Bueno... esto es un desperdicio de tiempo- ¡Caballito! - Sofi gritó.
Me giré topándome con el hocico del animal. Tropecé de espaldas mientras se acercaba más, tenía un pelaje negro hermoso, cabello largo hasta el cuello y es... enorme... más grande que yo como por cinco cabezas
- Eyyyyy... caballito - levante mi mano - No sabia que esta es tu casita, si quieres me voy.
El caballo levantó sus patas frontales, cayendo alrededor de mis piernas, un poquito más y me las destruía.
- Okay eres muy territorial - me hinqué - entendido, ya me voy.
El caballo me acorraló, sin dejarme pasar
- Ya te dije que me voy, si no me dejas irme... NO ME PUEDO IR - gruñi, mis ojos tornándose rojos.
El caballo salto de nuevo, me incline para que no me pegara
- Dios tranquilízate de verdad no vine a hacerte daño - intente calmarme para que mis ojos volvieran a la normalidad.
El caballo me miró los ojos intensamente.
- Mira... solo quiero... largarme de aquí - tartamudee.
Frotó su cabeza contra la mía, bufando y moviendo sus patas frontales.
- Hey hey tranquilo chico - le rasque el cuello - ¿Necesitas amor?, CLARO QUE SI.
Le rasque el cuello poco a poco, saliendo de la esquina donde me acorralaba.
- Bueno.. gracias por no matarme - me aleje del lugar, sintiendo su respiración en mi cuello.
- Caballito nos sigue - Sofi rio.
Me giré para ver al caballo detrás mío
- ¿Qué pasa chico? - incline mi cabeza de lado.
Empezó a galopar alrededor mío
- No entiendo... - susurre - Pensé que querías matarme.
Volvió a acercar su hocico a mi cara, frotando su frente con mi cara
- Okay okay okay entonces me quieres - sonreí - ¿Me puedes ayudar?, necesito llegar a un lugar pero... está un poco lejos.
El caballo sacudió la cabeza, en señal de que si.
Era demasiado alto como para treparme de un salto. Lo jale hacia una banca, subiéndome rápidamente, tome una soga, colocando la en su hocico- Bueno... ¿te tengo que poner nombre no es así? - me acaricie su melena.
Sus orejas se movieron, caminando lentamente
- Te llamaré.... Felix - sonreí - Buen chico Felix.
Tome ambas riendas, azotando con suavidad para que avance
- Adelante Félix - grite.
Felix salió echo una bala, casi hace que mi sombrero saliera volando.
Esta adrenalina no la había sentido desde hace mucho, se sentía genial.
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Si nos volvemos a encontrar
FantastikDespués de su exilio a un pequeño pueblo en Islandia, México tendrá que aprender a controlar sus impulsos violentos para poder regresar a su país y entender sus sentimientos hacia Rusia, que constantemente está ahí para ayudarlo. Mientras tanto, un...