Capítulo 22

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-Rusia-

Le patee la rodilla para que cayera, en cuanto lo hizo me tomo del tobillo doblándomelo, haciendo que caiga igual.

- ¡ERES UN - Me quizo golpear la cara pero me quite antes de que lo hiciera - TRAIDOR!.

- Y tú eres un asco de persona - le doble la muñeca para levantarme.

Tome mi pistola, intentando disparar le entro la cabeza. Abrió su boca, mordiendo el arma y despedazándola con los dientes.
Utilice el mango de la pistola para darle golpes en la cabeza y aturdirlo. Cuando por fin lo logre, lo patee lejos de mi.
Me tomo del tobillo aventándome al otro lado del campo.

- ¿Como pudiste hacernos esto? - le grite levantándome mientras cargaba mi arma - Nos lastimaste a todos.

- Era mi trabajo enseñarles lo que yo se - cargo su arma igual.

- Traumaste a Ucrania y Biel - apunte a su cuello, disparando.

Las esquivó, disparando en el mismo sitio, al igual de el me quite.

- No es mi culpa que ellos sean débiles - gruño.

Tuvimos una intensa ronda de balazos. Destruimos la mitad del campo con cada bala perdida.

- Si no fuera por mi, ni siquiera soportarías el frío - me disparo en la mano para que soltara el arma.

Me aferré a ella, haciendo que me tiemblen los dedos

- No te debo nada - le dispare en los dedos para que no pudiera jalar el gatillo - Me traumaste a mi igual.

- Eres un exagerado, mi padre hizo lo mismo conmigo y estoy Perfecto - quizo disparar, dándose cuenta que se quedó sin balas al igual que yo.

- Quedaste hecho un maniático retorcido - saque mi navaja.

- ¿Y tu no? - sonrió - ¿Crees que no me entere de tu pequeño... asesinato en mis bunkers?.

Quise cortarle la lengua para que se callara, me esquivó sin problemas

- Pobres, sólo eran unos indefensos niños comparados contigo - me jalo de el chaleco anti balas, tambaleándome - Abusaste de tu poder, al igual que yo.

- YO NO SOY COMO TÚ - le patee la pierna, clavándole la navaja en el hombro.

- Síguete mintiendo - me tumbo contra el suelo - Sabes perfectamente de lo que eres capaz y de las cosas que hiciste.

- No estoy orgulloso de eso- sacudí mi cabeza - Nunca lo estaré, todo fue por que quise que te sintieras orgulloso de mi por una vez en tu vida.

- Y lo estoy - asintió - Mírate, peleando contra mi, tal y como te enseñé.

Me levante, sacudiendo la nieve de mis hombros.
El igual saco una navaja, intentando cortarme la cara, sus movimientos eran muy predecibles, los imite, dándole un ligero cambio al final para cortarle un dedo, que salió volando, cayendo en la nieve.

Se miró la mano sorprendido, para luego comenzarse a reír

- Dios, te enseñe muy bien - se miró su dedo cortado.

Si nos volvemos a encontrar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora