-Alemania-
- Hazlo - le susurre.
Se me quedó viendo con disgusto, soltó otro gruñido poniéndome el arma en la cabeza
- TE JURO QUE LO HARÉ - me gritó.
- Lo se - le sonreí - Siempre cumples con tu palabra.
Desde muy pequeña siempre cumplía con todas sus promesas, aunque fuera la más chica por unos minutos, siempre tuvo la valentía de una hermana mayor. A veces bromeábamos con que ella debió de ser la mayor por mi personalidad tan callada y tranquila.
Siempre estuvimos ahí el uno para el otro, nuestros padres humanos nos enseñaron sobre la familia y sus principios.Ella hablaba por mi cuando algo me molestaba, me defendía de los niños que hacían burla por mi apariencia tan anticuada, solían llamarme "abuelo" por tener el cabello negro, en ese entonces tenerlo rubio era la moda. A ella nadie le decía nada, era hermosa, tenía que ahuyentar a todos los hombres que querían salir con ella.
Éramos inseparables, nos contábamos todo, no nos escondíamos nada.
Hasta que él llegó.
No sabíamos de donde venía, era un don nadie, a cualquier persona que le preguntábamos su nombre, ninguno podía respondernos con certeza.
Recuerdo estar en un bar cuando se acercó a nosotros, nos habló con tanto carisma que no pude evitar escucharlo.
Nos prometió mucho, su manera de hablar nos cautivó, sus deseos y sus intensiones eran algo irreal, demasiado Perfecto, pero lo explicaba como si fuera posible.A mi hermana fue a la que más cautivo, yo por ser un poco más crítico me detuve a ver desde otro ángulo.
Si no hubiera sido por eso, seguro hubiera caído en la misma mentira.- Esta bien hermana - le sonreí - Debi de confrontarlo en lugar de callar y jalar el gatillo.
Me hizo una mueca, intentando ocultar sus emociones con una apariencia ruda, típica de ella.
Pegue mi cabeza más al arma, ya no le temía, si esto le brindaba un cierre, que así sea.- Vamos - cerré los ojos.
Sentí la pistola bajar poco a poco.
Abrí los ojos viéndola en agonía, llorando mares mientras se cubría la boca viéndome- Me manipuló - tartamudeo llorando desconsolada - Se aprovechó de mi, de mi vulnerabilidad.
- Ale - le tome la mano.
- Me hizo desconfiar de todos y de ti - miro mi cabeza, haciendo una sonrisa temblorosa mientras me tocaba el cabello - Tienes canas.
Abrí mis brazos hacia ella, botó el arma de lado, abrazándome mientras se desahogaba.
- Fue espeluznante esa época Ale... a veces, cuando duermo, sus almas me atormentan, me ahogan, me gritan en mis oídos tan fuerte que no soy capa de escuchar nada más, solo la agonía y el sufrimiento de mi gente - podía sentir sus lágrimas caer en mi hombro - Dios Ale, soy un monstruo.
Asentí sacando una que otra lagrima recordando todo.
Los campos, la gente que me imploraba que los sacara, pude salvar a unos pero no a la mayoría.- Perdón, debí de estar más pendiente de ti.
- No... tú perdóname a mi - Mi hermana me abrazo más fuerte.
- Que hermoso reencuentro - una voz nos llamo desde las escaleras.
Nos giramos, limpiándonos las lágrimas rápidamente.
- ¡¿URSS?! - brinqué viéndolo con alguien en brazos.
- Hola amigo - me sonrió de lado - ¿Me extrañaste?.
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Si nos volvemos a encontrar
FantasyDespués de su exilio a un pequeño pueblo en Islandia, México tendrá que aprender a controlar sus impulsos violentos para poder regresar a su país y entender sus sentimientos hacia Rusia, que constantemente está ahí para ayudarlo. Mientras tanto, un...