JESSICA || #2 Trilogía NOSOTROS

Todo de ella me falta

ADVERTENCIA:

Esta novela puede presentar contenido recomendado para un público [+18] tanto por violencia como por contenido sexual explícito, se recomienda discreción.

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Antes de conocer a Jessica si me hubieran preguntado qué era lo que quería para mi vida hubiera respondido exactamente cada detalle de lo que tengo ahora.

Tengo a un mejor amigo, un título universitario, una editorial que cada día gana más dinero, a cuanta chica quiera, Christian está borrado del mapa y Verónica me dejó finalmente en paz. Claro que también hubiera respondido que Abby, mi mejor amiga también estuviera con Fredd y conmigo levantando la editorial.

Pero, después de conocer a Jessica todo lo que pensé que quería y deseaba cambió. No voy a mentir, no tengo una mala vida, pero sin Jess se siente incompleta.

Su cabello, sus labios, su piel, su voz, todo de ella me falta.

Pensé que sabía exactamente la razón del por qué se fue de mi lado y lo entendí, lo entendí y lo acepté porque la amo y quiero que siempre esté bien y feliz, aunque no sea conmigo. Pensé que nunca lograría tener la vida que deseaba si seguía conmigo, sea como sea yo la estaba deteniendo y pensé que finalmente se había alejado para poder tener lo que yo nunca iba a poder darle.

Alguien una vez en algún lugar de este mundo de mierda dijo una estupidez sobre que si amas a alguien, debes dejarla ir y me tocó entenderlo de la forma más dolorosa posible y tuve que aceptarlo aunque doliera como si estuviera en el puto infierno.

Pero estaba equivocado, en realidad no sabía nada y ella no estaba ni cerca de tener la vida que pensé que estaba teniendo.

Y era mi culpa, yo la llevé a ese final y me destrozó saber que hizo algo así por mí, que se destruyó a sí misma para salvarme a mí.

El amor es arrasador, cuando llega simplemente cambia todo lo que había antes y cuando se va lo destruye todo, dejando vacío un lugar donde antes estaba lleno y completo.

Las mentiras lo empeoran todo, las mentiras dichas por una persona por la que te consumes y amas de una manera inimaginable pueden demoler a cualquiera, aún más cuanto tu mismo la llevaste a ese punto. Aún más cuando yo mismo llevé a Jessica a su destrucción.

Cuando me enteré de la verdad supe de inmediato que haría lo imposible para cambiar lo que provoqué, no iba a permitir que yo mismo provocara que la persona que amo se hunda en lo más profundo de la soledad y en una vida de mierda, ni que nadie más lo hiciera, no iba a permitir que se me escapara la felicidad de mis manos por segunda vez.

Después de todo el tiempo que estuvimos alejados, cuando la volví a ver lo supe desde el primer segundo... y es que mi amor aún se trata de ella, siempre se ha tratado de Jessica.