Valiente.
Fuerte.
Irritante hasta la médula.
Testadura.
Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía.
Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...
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Jessica Jones
—Joder— murmura Adam cuando entramos a nuestro dormitorio.
—Adam, ya no te mortifiques más, apenas si lleva un día aquí.
—Me importa una mierda, no me gusta.— dice que dándome la espalda y mirando por el balcón, suelto un pequeño suspiro mientras me cruzo de brazos.—Para colmo mañana tengo que viajar, te dejaré sola y quizá cuantos días se piense quedar.
—Siempre tienes que irte por algún mandado de Verónica, ¿Por qué ahora es diferente?— le pregunto, se gira a verme molesto— Uhm, si, pero han pasado casi cuatro años de que Jaden y yo terminamos, no pasa nada, además deberías confiar en mi.
Niega con la cabeza volviendo a mirar hacia el balcón, miro mis manos, están congeladas, ni siquiera hace frío, pero nunca consigo que entren en calor, siempre se mantienen como si estuviéramos en invierno con grados bajo cero, para entrar en calor las froto contra mis brazos y me arrepiento de inmediato ya que los moretones que se encuentran allí me hacen soltar un gemido de dolor.
Adam se da media vuelta y se acerca a mi, acaricia mi mejilla con su mano.
—Tal vez deberíamos tener algún tipo de despedida.— dice mirando mis labios, me pongo nerviosa de inmediato.
No quiero.
Lleva sus labios a mi cuello y yo dejo mis manos contra su pecho, sin detenerlo.
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Adam cae a mi lado en la cama y yo me mantengo con la respiración agitada, trago grueso incómoda.
Suelto un suspiro y afirmo mi cuerpo en mi hombro derecho y dejo mis manos debajo de la almohada con los codos por encima de la sábana para taparme un poco, lo miro de perfil, su cabello rubio y ondulado brilla por algunos rayos de sol que llegan a nosotros por la ventana.
—Eso estuvo muy bien, ¿No?— pregunta con una sonrisa, trago grueso y asiento.
—¿Por cuanto tiempo tienes que irte?— pregunto
—Dos semanas.
—Bien.
Gira su rostro a verme.
—Necesito que me prometas algo— pide en tono serio y yo asiento— No quiero que te acerques a Jaden— demanda y no me sorprende.
Adam no es el novio más seguro del mundo, sus celos a veces lo hacen decir cosas como esa, por lo mismo no se me ha hecho fácil hacer amigos durante estos años.
Kaira y Xavier son más como conocidos cercanos con los que trabajo, pero no diría que somos amigos, Adam es la única persona realmente estable y presente en mi vida.
