Valiente.
Fuerte.
Irritante hasta la médula.
Testadura.
Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía.
Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...
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Jaden Tremblay
—Felicidades, muchachos, se están logrando cosas muy buenas en este lugar y estamos muy felices de poder formar parte de esto, creemos que en un par de años esta editorial se convertirá en algo grande— dice el señor Young, él está invirtiendo mucho dinero en la editorial.
—Según los avances y ganancias de estos últimos seis meses nos hemos dado cuenta de que este lugar se les está quedando pequeño, podemos ayudarles a financiar un cambio de edificio, ¿Qué les parece?— pregunta el señor Thomas, otro inversionista.
Veo a Fredd y ambos sonreímos inmediatamente.
—Claro, por supuesto, nos haría muy felices.— dice Fredd
—Bien, eso sería todo por hoy, ha sido un verdadero gusto— dice el señor Young mientras se pone en pie al mismo tiempo que todos nosotros, nos despedimos de cada uno de ellos y finalmente se van luego de bastantes chistes malos con los que Fredd y yo reímos simplemente para no quedar mal, mi secretaria se encarga de guiarlos a la salida, así como los guió hasta acá.
—¡Santa mierda de las mierdas! ¿Puedes creer lo que está pasando?— pregunta Fredd emocionado.
—Es increíble.
Pasa su brazo por mis hombros a un lado.
—¿Recuerdas cuando éramos unos críos y solo podíamos soñar con Fredden Editorial? ¡Y ahora nos vamos a mudar a un lujoso edificio de veinte pisos!
Suelto una risa.
—Baja un cambio, amigo, nadie dijo nada sobre un edificio de veinte pisos, pero si, es increíble, los inversionistas han quedado impresionados.
—El esfuerzo sí que vale la pena.
Peter toca la puerta y entra a paso lento.
—¿Cómo les fue?— pregunta sonriente.
—¡Jodidamente bien! Nos han propuesto cambiarnos de edificio a uno mejor.— responde Fredd
—¡Eso es genial!
Ambos se ponen muy felices y se dan un abrazo... que dura bastante, okay, oficialmente me siento incómodo.
Me aclaro la garganta para que recuerden que sigo aquí, ellos se separan riendo nerviosamente, se miran unos segundos para luego quitar sus miradas inmediatamente, entrecierro mis ojos.
A Peter también le gusta, estoy seguro.
—Bien, debo ir a mi oficina— dice Peter y se gira para salir del lugar, no puede evitar chocar con el marco de la puerta y se gira hacia nosotros nuevamente para reír avergonzado, Fredd sonríe enamorado como si tuviera al mismísimo Robert Pattinson en frente y Peter se va finalmente con las mejillas sonrosadas.
Miro a Fredd y este está sonriendo a más no poder.
—¿Viste eso? ¿Pareciera que a Peter también le pasan cosas conmigo o es mi mente haciéndome una mala broma otra vez?
