Jaden Tremblay
Estoy leyendo los manuscritos en mi habitación que tuve que ir a buscar al correo de San Francisco, mi cama es un desastre por todos los papeles que hay, Fredd me ha llamado hace un rato reprochándome por quedarme aquí más tiempo de lo estimulado, pero luego de que le conté todo me entendió.
Aún no sé como, pero arreglaré todo lo que arruiné en la vida de Jess.
Alguien toca la puerta de la habitación y frunzo el ceño extrañado, me pongo en pie y camino hasta abrirla, me sorprende completamente ver a Jess enfrente de mí... llorando. Lleva vaqueros anchos y una sudadera gigante, se ve... tan frágil.
—Jess, ¿Qué...?
Me interrumpe y se acerca a mí, rodea sus brazos en mi cintura y acomoda su rostro en mi pecho, me quedo paralizado por todo lo que provoca su piel en la mía, por todo lo que provoca su abrazo.
—Gracias— susurra contra mi pecho entre llantos, aún no puedo reaccionar... me está abrazando, es la primera vez que nos tocamos, que estamos así en tanto tiempo... es impactante y me siento paralizado como un idiota.
—¿Por qué?— logro preguntar.
—Por traer a Peter, no sabes cuanto lo necesitaba.
—¿Cómo sabes que yo...?
—Lo sé... simplemente lo sé. Gracias.
—No fue nada.
Cierro los ojos y me concentro en que me está abrazando, no había sentido algo así de grande en muchísimo tiempo, desde la última vez que estuvimos juntos, si tengo que ser sincero. Siento su aroma, su respiración... es hermosa, es irritantemente hermosa.
—¿Jaden?— pregunta con aquella voz delgada y tierna que tiene sin alejarse de mi.
—¿Hm?
—¿Me devolverías el abrazo?
Cierto.
Trago grueso y paso una de mis manos por su espalda y la otra a su cabello, la apego más a mi... joder, ¿Cómo un acto tan simple puede sentirse tan bien?
—Estos últimos años Kaira, Adam y Xavier han estado ahí para mi, pero... Peter es diferente, él es mi familia, desde que mi padre murió he sentido que no tengo ninguna familia a la cual recurrir y se ha sentido horrible.
No puedo decir nada, me quedo en silencio disfrutando de este momento que quizás no se repita y que sin saber tanto he querido, no sé realmente cuanto tiempo pasa, pero sé que bastante, así que con toda la fuerza de voluntad que logro reunir intento apartarla, pero ella suelta un sonido desde su garganta de queja y reafirma sus brazos en mi cintura acomodándose en mi pecho, no puedo evitar sonreír. Carajo, ¿Por qué tiene que ser tan malditamente tierna?
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JESSICA || #2 Trilogía NOSOTROS
RomanceValiente. Fuerte. Irritante hasta la médula. Testadura. Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía. Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...