Valiente.
Fuerte.
Irritante hasta la médula.
Testadura.
Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía.
Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jaden Tremblay
Kaira, Xavier, Jess y yo estamos sentados al rededor de la mesita de centro de la sala, llevan al menos una hora aquí y he de admitir que Jess tenía razón, nos la estamos pasando bastante bien.
—¡No sabes como era Jaden de adolescente!— grita Kaira emocionada.
Ya no me parece que la estemos pasando tan bien.
—Oh, vaya, ¿Por qué siento que todos queremos escuchar esto menos Jaden?—habla Xavier, ruedo los ojos y veo a Jess sonreír.
—Nada del otro mundo— digo restándole importancia.
—¿Cómo que nada del otro mundo? Te conozco desde que llegaste a San Francisco a vivir con tus padres, tenías... ¿Qué? ¿Once o doce? En fin, era re tímido y le costaba hablar con todo el mundo, al principio solo hacía lo que sus padres le ordenaban, pero luego pasó al rededor de un año y ¡Boom! La pubertad hizo lo suyo, ¿No?— dice Kaira divertida, suelto un bufido.
—Kaira, ya basta—le digo.
—¡Yo quiero saber más de tu adolescencia!— dice Jess
—También yo, jefe. ¿Es que alguna vez fuiste un chico tímido? ¿En serio?— pregunta Xavier divertido.
—Ya no soy tu jefe— le digo irritado.
—¿Chico tímido? ¡No solo eso, era una rata de biblioteca! Cuando no estaba obedeciéndole por algo a sus padres se lo pasaba por los pasillos de la mansión y en el jardín leyendo diferentes libros de Harry Potter. Bueno, me parece que todavía eres una rata de biblioteca, pero al menos eres sexy— dice Kaira divertida, vuelvo a rodar los ojos.
—¡No me lo creo! ¿Tenía su propia manada de brabucones en la escuela?— pregunta Xavier emocionado como si de una película se tratase.
—¡Si! ¿Los recuerdas? Una vez te siguieron a la mansión y todo, pero luego se puso musculoso y les dio se merecido, ¡Yo estuve ahí! Volaron golpes de un lado a otro— cuenta Kaira.— Y bueno, con los músculos aparecieron las chicas, se volvió conocido en la secundaria, aunque nunca fue tipo futbolista que andaba con las porristas, mas bien un chico solitario misterioso que todas las chicas deseaban aún más que a los deportistas, recuerdo que mis amigas no dejaban de pedirme que les ayudara para que pudieran tener un pedacito del bombón de la escuela.
—¡Bien! ¡Demasiada información por hoy!— la detengo en cuanto noté que iba a seguir.
—¿Te gustaba ir a la secundaria?— me pregunta Jess, la miro y suelto un suspiro, quería dejar de hablar de mi puta adolescencia.
—No, lo odiaba. Cambio de tema.
—¿Por qué? ¿Te iba mal?— pregunta Jess.
—¿Irle mal? ¡Tenía los mejores promedios!— contesta Kaira, la miro molesto.
