Valiente.
Fuerte.
Irritante hasta la médula.
Testadura.
Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía.
Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...
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3 AÑOS DESPUÉS
Jaden Tremblay
La alarma en mi teléfono resuena fuertemente en la habitación provocando que un estallido de dolor se posicionara en mi cabeza.
Jodida resaca.
Estiro mi brazo y tomo el teléfono apagando la alarma, tengo cientos de mensajes de Fredd sobre algún jodido problema en la editorial. Maldición.
Llevo mi mano a mis sienes y hago presión intentando calmar el dolor, pero ni mierda.
Miro a mi lado en la cama y veo a una sexy rubia desnuda. Vaya noche. ¿Cuál dijo que era su nombre? En fin, debo darme prisa si no quiero que Fredd muera de ansiedad.
Suelto un quejido mientras me levanto, si pudiera me quedaría en casa todo el día.
Tomo una ducha rápida y me pongo mi traje para ir a la oficina. Llego a la sala, tomo mis llaves y me detengo a pensar unos segundos si olvido algo.
Sé que olvido algo.
—Hola, sexy— escucho una voz provocadora a mis espaldas.
Oh, claro. La chica sin nombre.
Me giro y la veo con una de mis camisas blancas, está cruzada de brazos.
—¿Te ibas sin despedirte?— pregunta con un puchero.
—Debo ir a la oficina, hay problemas, pero puedes comer si quieres, hay pizza en el horno.
Hace una mueca.
—¿Pizza en el desayuno?
Me alzo de hombros.
—Bueno, si no quieres entonces no— digo y me doy media vuelta para salir, pero me interrumpe.
—¡Espera!
Ruedo los ojos y vuelvo a girarme para verla.
—Te ves algo tenso, ¿No quieres que te ayude a relajarte un poco?— pregunta con una sonrisa acercándose a mi, deja una mano sobre mi pecho— El sexo de anoche fue increíble.
—Obviamente.
¿Qué esperaba? Tuvo sexo conmigo.
—Pero debo ir a la oficina.— digo, tomo su muñeca y quito su mano de mi anatomía, suelta un bufido.
—¿Vas a llamarme si quiera?
—Si, claro. Como sea.
Finalmente logro salir del departamento.
Bajo por el ascensor hasta el piso menos uno, subo a mi auto y manejo rápidamente a la oficina, en un semáforo recibo una llamada de Fredd, ruedo los ojos y decido contestar mediante el audífono en mi oído.
