Valiente.
Fuerte.
Irritante hasta la médula.
Testadura.
Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía.
Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jaden Tremblay
—Joder. Jaden, cuéntame— me pide Fredd a través del teléfono luego de que le dije que voy a arrendar un departamento y me quedaré a vivir en San Francisco indefinidamente porque Jess tiene un problema que no quiero contarle.
Voy caminando por las calles de Haight Ashbury con el teléfono en una mano y el diario en la otra con los lugares que tengo marcados para que Jess y yo nos vayamos a vivir juntos.
—No, no te voy a contar. Son cosas de Jess, amigo.— le respondo
—¡Mierda, hombre! ¡Soy una tumba! ¿Somos mejores amigos o no?
—Si, eres mi mejor amigo, pero no el de Jess, así que no te voy a contar nada.
—Joder, eres pésimo para el chisme.
Ruedo los ojos.
—Exacto, porque te tomas la vida de Jess como un chisme.
—¡Para mi todo es un chisme! No es personal. En fin, no importa. Sabes que te apoyo en todo, hermano, aunque va a ser algo estresante trabajar así, pero no importa. Nos las arreglaremos.
Asiento—Si, claro.
—Noticias en Peterick, si, Fredderick y Peter, en fin. Lo invité a una cita y adivina que dijo.
—¿Que si?
—¡Si! Dijo que si. Estoy seguro de que aquí a una semana seremos novios.
—Eso espero, amigo. La verdad es que la última vez que lo vi habló de ti y si que sentí que le pasaban cosas.
—¿De verdad? Joder, esto se va a poner muy bueno.
—Amigo, encontré el departamento que estaba buscando, debo cortarte.
—Claro. Suerte con el departamento.
—Gracias. Suerte con Peter.
—Oh, si, claro que si.
Sonrío negando con la cabeza, cuelgo la llamada y meto el teléfono en mis vaqueros.
━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━
Cuando volví a la mansión luego de terminar el trato del departamento ya arrendado entro a la habitación, en la mesita de noche veo una notita de Jess en la que me pone que fue a hacer una entrega de droga y que luego iría a concluir un trato con unos tipos de otro país a un pueblo que queda a media hora de San Francisco, suelto un suspiro preocupado, pero me digo a mi mismo que Jess lleva años metida en esto y que ya ha aprendido mucho, ella es fuerte y puede cuidarse sola.
Sonrío al ver en una esquina del papel que pone te quiero.
Le mando un mensaje de texto pidiéndole que me envíe un mensaje diciéndome que está bien cuando termine de hacer cada cosa, también termino con un te quiero.
