Jaden Tremblay
Tres días más pasaron cuando me digné a botar las botellas de whisky.
Nunca había sido demasiado bueno para tomar, en general, cuando estoy nervioso me fumo un cigarrillo, pero ahora con lo de Jess necesitaba olvidarlo todo por unos momentos y me pasé ocho días ebrio. Soy un desastre de persona.
Ahora estoy sobrio y joder, duele demasiado. Me tiento con tomarme una botella más, pero no. Fredd tiene razón... tengo que intentar seguir adelante o al menos enfocarme en el plan que tenemos con Erik. Destruir a Verónica será la mejor distracción.
A pesar de mis intentos por dejar de pensar en Jess, no lo logro ni siquiera un poco.
En medio de todo este dolor me pregunto en qué momento fue que dejé que esto se me escapara de las manos, ¿En qué momento perdí tanto el control de mis sentimientos? ¿En qué momento le di tanto poder a esa chica sobre mi?
¿Fue cuando la vi sonreír? ¿Cuándo la vi levantarse luego de haber perdido a su hermana? ¿Cuándo la vi cuidar a su padre cuando estuvo enfermo?
Entonces, al pensar en eso... se me vino un recuerdo a la memoria. Hace un par de años... cuando tuve que irme de Beaufort justo después de que Jess y yo tuvimos sexo por primera vez, cuando... tuve que irme porque Christian y Verónica la amenazaron, Jess solía dejarme mensajes de voz, hubo uno en especial que recuerdo muy bien y recuerdo el momento exacto en el que lo escuché.
—Hoy se hace un mes desde que te fuiste de Beaufort... no estoy bien, ¿Sabes? yo... nunca pensé que estar lejos de ti sería tan difícil... nunca pensé que llegaras a ser tan importante para mí. Yo... en serio, en serio deseo con tantas ganas que estés aquí conmigo. No puedo soportar el hecho de que te hayas ido para protegerme, que hayas dejado a tu mejor amigo, a tu universidad, tu futuro... Por favor, por favor, por favor vuelve, te lo suplico. Haré lo que quieras, te lo prometo. Por favor vuelve, ¡Por favor! Yo... ya no lo soporto, te quiero aquí conmigo, despertando y viéndote a mi lado, podemos superar esto juntos. Yo sé que si. Al menos... contesta una de mis llamadas para saber que estás bien... para saber si... si aún me quieres o si solo soy yo la que piensa en ti cada maldito segundo del día... Te... te quiero.
Lo recuerdo bien.
Al escucharla llorar... joder, fue horrible, ese día pensé en volver, pensé en que tal vez podría ir a verla, pero sabía que no valía la pena ir para luego volver a dejarla. Recuerdo cuando acabé de escuchar el mensaje... recuerdo que se me hizo un hueco en el corazón. Recuerdo haberme dado cuenta de que si mis padres no existieran... tendría una vida perfecta a su lado. Recuerdo haber sentido en ese momento que algo así de fuerte podría ser amor. No quería aceptarlo, pero cuando volví a Beaufort por la llamada de Peter y la vi correr a mi y abrazarme y llorar por lo que le estaba ocurriendo a su padre... ahí lo supe. Lo confirmé y lo acepté. Ahí supe que estaba completa y perdidamente enamorado de esa chica que insistía en no ser lo suficientemente fuerte para superar los obstáculos que siempre la atormentaban. Pero yo lo veía perfectamente y es que era la chica más fuerte que en mi vida había visto. Lo era para mí. Lo es. Siempre va a ser esa chica para mi. Mi Jess. Mi Jessica.
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JESSICA || #2 Trilogía NOSOTROS
RomanceValiente. Fuerte. Irritante hasta la médula. Testadura. Llegó a mi vida a darme luz y a cambiar todo lo que pensaba y creía. Llegó a mostrarme que existía un lado de esta vida de mierda que en realidad podría ser buena, pero también me destruyó po...