Mi infierno

cap.03

Miro a la persona frente a mí preguntándome una sola cosa; ¿Hasta dónde llegara su valentía?

―Créeme a menos de que quieras follar estas perdido ―su mirada tiene una pequeña chispa de lujuria.

Hasta luce excitante. Y es que no me culpen, llevo meses de abstinencia, para ser exactos desde que me fui de Italia. Y este hombre esta como quiere.

―Eso depende.

― ¿Depender? ¿De qué?

― ¿Esta noche que va a significar para ti? Dime muñeca ¿Los rumores son ciertos?, ¿tu pasado te atormenta? ―sus preguntas logran que me tense.

¿Porque me hace sentir como si el supiera algo que yo no? No me atrevo a preguntarle pues probablemente quede como estúpida. Espera un segundo estoy dudando de mi intuición, yo no puedo dudar de mi misma, soy LA PUTA DIABLA y a mí nadie me hace dudar ¡Este hombre me va sacar canas verdes! y no llevo ni un día de conocerlo.

― ¿A qué te refieres con eso? ―respondo con otra pregunta.

―Me refiero a que pasara mañana, no me juzgues pero necesito una pareja, no una cenicienta de una sola noche.

Eso era algo que no esperaba. Es que esto era lo que faltaba, ahora tendré que lidiar con un loco que busca novia.

―Sabes que te conocí hace un par de horas ¿verdad? ―note como su sonrisa se desvanecía ―No me malinterpretes pero no soy del tipo de chicas que buscan una relación.

― ¿Por qué? ―la pregunta del millón, y no obtendrá respuesta.

―Porque es patético mostrar sentimientos vanos―. Yo no le diría mentir, más bien estoy omitiendo información. ―Además no me gustan esas cosas llenas de cursilerías y dependencia emocional.

―Mientes

Las palabras quedan en el aire cuando un muy borracho Marcos entra en escena.

―Oigan ustedes hip vamos a la sala hip a relajarnos.

Hipa mientras habla, y nos arrastra a la sala donde se encuentran los demás.

― ¿Todo bien Valeria? ―pregunta Tania en cuanto entro.

―Todo está bien, no te preocupes ―ella asiente no muy convencida ― ¿Que estaban haciendo? ―cambio el tema.

―Estábamos a punto de jugar un video juego ¿te nos unes?

―Claro.

Nos entretenemos jugando por al menos dos horas mientras tomábamos cerveza, y de vez en cuanto hablamos sobre nosotros para conocernos mejor... Apunto, disparo y acabo de vencer a los chicos en call of duty otra vez.

―En su cara ―celebro mi victoria.

―Hiciste trampa.

― ¡Skiusmi! qué mal perdedor.

―Acepta tu derrota ―apoya Tania riendo.

Miro a los chicos, dos se están quedando dormidos en el sofá, y los otros dos parece que no son capaces ni de caminar. No sé si fue lo que tomamos en bar o lo que tomamos aquí, pero están más que borrachos.

―Tania ya esta tarde lo mejor es que ellos pasen la noche acá ―las cejas de Tania se mueven con picardea ―Tú en tu cuarto y ellos en los cuartos de visitas ―aclaro mirándola acusadora.

―Está bien, ¿Cómo nos organizaremos?

―Fácil Marcos y Shen en un cuarto, Thomas y Demon en el otro.