cap.19

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Entro a la tienda del centro comercial junto a las chicas.

Cuando salí de la habitación las chicas me hicieron varias preguntas con respecto a las flores, pero me negué a responderlas, al final se terminaron cansando de rogar por información y prefirieron rendirse.

Ahora estamos en el centro comercial comprando ropa ya que según ellas necesitan renovar sus armarios. Thomas y yo las acompañamos por qué era eso, o tener que soportar sus quejas.

–Me gusta este vestido –Tania se pasea frente a nosotros con un vestido azul – ¿Qué dices?

–Se te ve normal –su rostro cambia –Pero normal es bien, fabulosa, sexy –.Soy pésima en esto

–Te vez increíble mi amor –Thomas arregla mi metida de pata.

Regresa al probador. Mi celular suena en repitas ocasiones con nuevos mensaje, que raro, según yo no tenía trabajo hoy. Lo tomo y abro los mensajes. Y valla sorpresa me llevo al darme cuenta que no son mensajes del trabajo, son del desconocido.

Desconocido: Te vez apetecible en esa falda.

¿Me está viendo?

Yo: ¿Cómo sabes que llevo falda?

Desconocido: De la misma manera que sé que estas en el centro comercial.

Yo: ¿Tú, estás viéndome?

Desconocido: Quizás. ¿Aun quieres jugar?

Entre más lo pienso más me llama la atención, quizás sea mi gusto por la adrenalina.

Yo: ¿Qué tienes en mente?

Desconocido: Nos vemos en los baños del segundo piso.

Apago el celular enfocando mi mirada en Thomas.

–Tengo que ir por unas cosas –acomodo mi falda –No tardo.

Asiente y salgo de la pequeña tienda para caminar por el centro comercial.

¿Qué si esto es peligroso? Si, si lo es, pero dudo que vaya a pasar algo malo, de igual forma ya no me puedo arrepentir. Pongo un pie en el baño y de inmediato mi bolsillo vibra con un mensaje.

Desconocido: Ponle pestillo a la puerta y camina hasta el último cubículo.

Obedezco, cierro la puerta y camino hasta el último cubículo tal y como me lo ordena en el mensaje. Esto empieza a parecer una película de terror, de esas en las que asesinan a todos menos a la protagonista, ‹‹me pregunto si el asesino será sexy››. Miro de nuevo mi celular.

Desconocido: Cierra los ojos.

Hago caso, pasan los segundos y escucho pasos a mi espalda, pasos que por alguna razón aceleran mi corazón. Una venda que parece ser de seda cubre mis ojos agudizando de inmediato mis otros sentidos.

Puedo oler su perfume, una fragancia fuerte y muy posiblemente cara. Su respiración pega directo a mi nuca y sus movimientos me alertan.

– ¿No crees que es peligroso esto? –Su mano se desliza por mi espalda –No me conoces y ahora estas encerrada conmigo en un baño.

Su voz gruesa y profunda me provoca escalofríos.

–Estamos solos tu y yo, no sabes lo que podría hacerte –su tacto manda corrientes eléctricas a todo mi cuerpo.

–El que sea peligroso lo hace aún más divertido –hago el intento por sonar firme –La adrenalina es excitante –me da vuelta de manera brusca pegándome contra la pared.

Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora