Valeria.
Abro los ojos de a poco, me incorporo sentándome para mirar a mi pequeña bebe dormida junto a mí, al otro extremo de la cama se puede ver como las sabanas están movidas y el espacio vacío. ¿Dónde se metió Maximiliano? Había notado que se recostado junto a mi cuando me estaba quedando dormida.
Me pongo de pie para salir de la habitación, hago silencio a la hora de cerrar la puerta para no despertar a Tara y camino escaleras abajo rumbo a la cocina. Entro admirando como la venta le abre pasó a la luz de la luna, me acerco a la encimera para prepararme un café caliente rápido.
Le doy pequeños sorbos al café mientras observo el panorama que me brinda la ventana, la luna está completamente llena y enorme e ilumina parte del sitio dándole un aspecto increíble en especial por el reflejo del lago.
Termino la bebida y mi corazón da un vuelco cuando prevengo la presencia de una persona a mi espalda. Observo su reflejo en la ventana, trae un pantalón tipo sudadera negro sin camisa y al igual que yo se encuentra descalzo.
Ninguno dice nada, y quizás sea lo mejor, en el aeropuerto pensé que me dejaría, creí que se volvería a ir y tendría que volver a afrontar el mundo sola, pero no fue así, no se fue y eso me instalo un sentimiento de ilusión que no puedo describir, una tan grande que incluso me da miedo.
―No quiero pelear ―se adelanta ―Ni tampoco centrarme en cosas que si bien me dolieron, ya paso mucho tiempo desde ello.
Me doy vuelta para observarlo a poco menos de un metro de distancia y continúa hablando.
―Tenemos que soltar nuestro pasado para tener un futuro y vivir un presente.
Da un paso más, estoy sin habla, no sé por qué pero simplemente no logro decir nada. Me mira, esos ojos que años atrás me embelesaban y ahora se encuentran llenos de arrepentimiento, toma mi mano junto a la suya antes de hincarse sobre ambas rodillas.
‹‹Perdón››, eso busca con ese comportamiento, antiguamente en la mafia se decía que la mejor manera de pedir perdón era de rodillas, demostrando lo vulnerable que eres ante otra persona sin su perdón.
―Me arrepiento.
La garganta se me seca al oírlo.
― ¿Te arrepientes...de que exactamente? ―Pregunto refiriéndome a lo nuestro.
―De todo. No sabes cuánto me arrepiento de todo, de no haber reaccionado antes, de no haberme quedado ese día, de no haber estado contigo, de ser un mafioso, de no poder tener una vida normal, me arrepiento de muchas cosas Valeria, pero jamás de ti.
Suelto el aire que retenía desde que hice la pregunta. Esta vez el que pregunta es el.
― ¿Tú, te arrepientes de nosotros?
Y no sé de dónde tomo el impulso de arrodillarme frente a él, agacho la cabeza suspirando lentamente con los ojos cerrados.
―No, me es imposible arrepentirme de algo que de una u otra forma quería, que anhela el momento en el que pasara. Así que no, no me arrepiento de nuestras aventuras, de tus besos, de los suspiros que constantemente me robabas, no me arrepiento de nada que te tenga a ti de por medio.
Sus manos abandonan las mías para acunar mi rostro, mi mirada sube uniéndose a la suya trasmitiéndonos cosas que las palabras no alcanzan a describir. Nuestros alientos chocan manteniendo la tensión y el que trace círculos en mis mejillas no ayuda.
Con miles de sensaciones y sentimientos flotando entre nosotros lo digo, digo eso que tanto me costó decir en el pasado por más que siempre lo he sentido.
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Mi infierno
Mystery / ThrillerLas ganas de tener el poder y la sed por venganza harán que Valeria viva una montaña rusa de emociones. Confianza. Traición. Dolor. Amor. El amor es un sentimiento dulce ¿o no?, para muchos el amor es esa luz al final del túnel pero para ella no lo...