Mi infierno

Cap. 09

―Demon, está loca es Ángela ―le explicó a Demon ―Y Ángela él es Demon mi...―. Y así damas y caballeros es como metes la pata con tan solo una palabra, y ahora que se supone que diga; ¿mí qué?

― ¿Tu qué? ―pregunta Ángela.

―Mi amigo, Demon mi amigo ―camuflo mi nerviosismo.

―Claro ―habla no muy convencida ―Es un placer Demon, pero tengo que verificar el estado de Valeria así que me darías permiso ―había olvidado que él estaba en la cama conmigo.

―Claro iré a hablar con Tania, quizás ya se le allá bajado el enojo ―se levanta y caminando hacia la puerta.

―Gracias ―se detiene dando la vuelta ―Gracias por escucharme ―él me sonríe como todo un playboy. Sigo sin entender cómo es que él es virgen. Y sale de la habitación.

― ¿Estas embarazada? ―pregunta Ángela una vez estamos solas.

― ¡No, como se te ocurre! Ni siquiera hay con quien y estoy segura de que yo sería la última mujer a la cual la fecundaría el espíritu santo ―me altero.

―Cálmate, que no vez que en tu estado te hace daño alterarte, además yo solo preguntaba ―se defiende ella ―Es que jamás te había escuchado decirle gracias a alguien que no seamos nosotras ―en eso tiene razón.

― ¿Donde esta Lizz? ―pregunto para cambiar el tema.

Saca algunas cosas de su bolso para ponerlas en una bandeja metálica.

―Ella esta con Tania hablando de no sé qué, ―hace un ademan con sus manos restándole importancia ―Estaban junto al chico ―se queda pensativa ―Ese que parece salido del olimpo ―rio ante su comparación.

―Thomas ―le digo y ella asiente antes de soltar un pesado suspiro

―Así que Maximiliano ―me dice mirándome ― ¿Qué quería?

―Según el hacer las paces ―contesto mirándola.

―Pobre iluso ―me responde sentándose en la cama ―Y Demon... ―cambia de tema bruscamente mirándome con picarda.

―Demon es... ― ¿Quién es Demon para mí? buena pregunta, lástima que no tenga su respuesta ―No lo sé ―digo sincera.

―Ese "no lo sé" me suena a traga maluca ―Lizz demuestra su presencia recostada en la puerta ―Como está la asesina más sexy del mundo ―se acerca a darme un corto abrazo.

Miro a mi amiga, es bajita, bastante curvilínea, su cabello negro con un par de ondas va a la perfección con sus largas pestañas. Sonrió encantada al ver como combina su atuendo con el reciente cambio de look que se hizo; Se tinturo de blanco la parte delantera de su cabello, solo un par de mechones, más sin embargo se ve increíble.

―Hola enana ―la molesto un poco causando que me mire ofendida.

―Oigan a esta, no se crea un poste de luz que a duras penas es unos centímetros más alta que yo ―se defiende.

―Por qué no me avisaron que había reunión familiar ―Tania entra a la habitación

Su mirada se centra en mí y de inmediato sé que me tiene que decir algo, levanto una ceja incitándola a hablar.

―Lo medite un poco y entendí que es normal que no me hallas querido decir todo ―admite sentándose en el borde de la cama.

―Lo que quiere decir que ya no estas enojada ―afirmo.

―Espera ―nos interrumpe Lizz ―Tania alias ángel de mi guarda estaba enojada contigo ―rio como nunca causando que me duela un poco la herida.

― ¿Ángel de mi guarda, enserio? ¿No se te ocurrió algo mejor? ―Ángela se sostiene el estómago mientras ríe.