cap.21

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–Entren –Todos se bajan de manera rápida conmigo siguiéndolos.

Adentro están los guardaespaldas de Tara junto a la niñera, ¿Qué mierda hacen aquí?

– ¿Qué hacen acá? –Pregunto mirando a la niñera – ¿Dónde está Tara?

–Valeria vamos al despacho ahora –lo miro a la espera de que responda mi anterior pregunta –Tara está bien, está en tu habitación dormida –finaliza subiendo las escaleras, sigo a Javier hasta el despacho junto a Marco.

Los demás se quedaron en la sala, lo que puede significar dos cosas, o esto es algo común y corriente, o es algo grave. Entro al despacho sentándome en mi silla.

– ¿Ahora si me van a decir que está pasando, y por qué estamos aquí?

–Hubo un problema con la moto en la que te ibas a venir –explican –Tenía una bomba de cuenta regresiva –.Esto tiene que ser una puta broma.

–La moto exploto, fue una explosión pequeña pero lo suficientemente potente como para matar a cualquiera que estuviera cerca en un parámetro de veinte metros –finaliza mirándome.

No tardo en captar lo que eso significa, si me hubiera ido en la moto no solo estaba la posibilidad de que hubiera muerto, también está el hecho de que si la moto hubiese estallado en la feria se vería como un atentado, atentado que habría hecho que los clanes desconfiaran de mí y posiblemente entraran en guerra conmigo.

–Los escoltas de la bebe encontraron esto en la puerta del garaje de la moto –me pasa un sobre un poco quemado.

Lo abro encontrándome con unas fotografías en las que sale la madre de Tania junto a la mía, en la primera esta mí mama atada a una silla y a su lado se encuentra su amiga en la misma posición, están completamente desnudas, sus cuerpos están llenos de marcas de azotes y torturas cubiertas por sangre seca.

Hay otra foto en la que se ve como gritan cuando mientras son torturadas, y por ultimo una en la que están atadas a una cama, cierro los ojos esquivando las imágenes.

Ahora tengo más preguntas que respuestas.

Guardo las fotos de nuevo en el sobre antes de pasárselo de regreso a Marcos.

–Quémalo –ordeno –Que Tania no las vea.

–Como órdenes. El perímetro ya es seguro pero de igual manera les recomiendo que pasen la noche acá –sugiere Javier.

–Perfecto –.Nótese mi sarcasmo –Dile a los demás que se acomoden, yo necesito aire –salgo del despacho.

Camino fuera de la cabaña, mi mente en estos momentos es un fiasco, y lo único que tengo seguro es que sea quien sea ese tipo que mato a mis padres no me quiere viva, al parecer le molesta el hecho de que respire.

Camino hasta el muelle despojándome de mi ropa, nada mejor para el estrés que nadar de noche, me dejo mi ropa interior y salto al agua, esta fría, pero es soportable.

Nado hasta el otro extremo del lago, donde me siento en una roca para poder disfrutar del paisaje frente a mí, la luna llena se refleja en el lago dándole un aspecto un poco tenebroso, en especial por los ruidos que provienen del bosque, desde aullidos de lobos, hasta el canto de búhos. Incluso puedo oír el serpenteo venenoso de las hermosas serpientes.

El hecho de que de miedo es lo que más me gusta de este lugar, nadie en su sano juicio se metería a este bosque y eso hace que la cabaña sea aún más segura.

Volteo a ver rápidamente el suelo cuando siento el ruido de lo que imagino es una serpiente, me fijo en la entrada del bosque donde la luz de la luna ilumina una serpiente verde, su color es llamativo y debe medir por lo menos dos metros.

Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora