Mi infierno

cap. 17

Abro la llave de la ducha permitiendo que el agua artificial recorra mi cuerpo.

Anoche cuando llegamos al hotel encontré a Demon durmiendo plácidamente así que me cambie y acosté junto a él pero por más que quise conciliar el sueño no lo logre gracias a lo que había sucedido en la reunión para ser exactos gracias a lo que dijo esa mujer.

No es que desconfié de él, pero vamos no todos los días una mujer te advierte sobre tu "casi algo", y la cereza del pastel fue cuando desperté y lo único que encontré fue una nota que decía: vengo en unas horas.

Eso sin contar con el hecho de que tuve que cancelar mis vacaciones en Cartagena ya que podía ser peligroso.

Salgo de la ducha y me pongo mi traje de baño negro de dos piezas con un vestido del mismo color suelto sobre él, escogí este hotel porque tiene una piscina increíble.

Bajo y me dirijo a la piscina, busco a las chicas con la mirada hasta que doy con ellas están en unas bancas tomando el sol plácidamente, me acerco a ellas.

– ¿Qué tal pasaron la noche mis pequeños ángeles? –me quito el vestido para acomodarme en una de las sillas.

–De maravilla –responde Tania aplicándose su bronceador.

–Valeria –Thomas me saluda saliendo de la piscina – ¿Y Demon?

–No tengo ni la más mínima idea –el me mira extrañado – ¿Qué?

–Nada es solo que él ha estado actuando un tanto extraño –se encoge de hombros –Pero han de ser cosas mías.

–Claro –todos nos quedamos callados.

Demon es un idiota, se supone que íbamos a pasar todo el día en compañía del otro pero él prefirió desaparecerse.

Mejor nado un rato, me tomo las escaleras de la piscina como si fueran una pasarela captando la atención de todos a mi paso, amo ser el centro de atención y saber que todos esos hombres que me miran con lujuria también lo hacen con admiración por que saben que jamás me tendrán.

Y aun así Demon me desperdicia.

Paso el día disfrutando el tiempo con las chicas, trate de ignorar lo de Demon pero por más que lo niegue me preocupo, pues si bien él no es el líder de la mafia rusa su padre si lo es y podrían secuestrarlo o hacerle algo con tal de afectar a su progenitor.

–Nos vemos a las ocho –me despido de las chicas y entro a mi habitación.

Lizz dijo que había un bar aquí cerca en el cual no piden identificación así que vamos a ir, me doy una ducha rápida y comienzo a prepararme, evito ponerme sujetador pues el vestido que usare no lo requiere, acomodo el vestido negro que se apega a mi cuerpo, me coloco unos tacones a juego, un pizca de maquillaje y estoy lista.

– ¿A dónde vas? –la voz ronca de Demon hace eco por toda la habitación.

Me volteo en su dirección, está desalineado y parece cansado, como si hubiese corrido una maratón.

– ¿Dónde estabas? –tomo mi cartera.

–Eso no te interesa –se sienta en la cama –Responde mi pregunta.

–Voy a salir –camino hacia la puerta.

– ¿Con quién? –empieza a desabrochar su camisa.

–Eso no te interesa –le respondo de la misma manera en la que él lo hizo conmigo.

– ¿Y vas a ir vestida así? –me repara de pies a cabeza.

–Tienes algún problema con mi ropa –me empieza a irritar su actitud de macho dominante.