Mientras No Sea Tarde (#1) // COMPLETO

39. Al final hay oscuridad.

Creo que escucha mi voz porque en ese momento noto que su cuerpo se tensa y empieza a buscar con algo de nerviosismo, hasta que sus azules ojos se encuentran con los míos, su rostro lo dice todo. Él no me esperaba ver aquí, yo tampoco esperaba verlo aquí. La diferencia es que él sabía que yo estaba en esta ciudad y yo pensaba que él se encontraba en otro país.

Lo peor viene cuando la rubia me ve, y lo besa en mi delante, pero él no le devuelve el beso aunque tampoco se aleja, aún sigue viéndome.

Qué el me vea solo hace que esto se sienta más real, que ambos estamos en el mismo lugar.

-Ven- Nick me sujeta de uno de mis brazos y me jala hacia donde estábamos hace unos minutos, mís piernas se sienten pesadas y temo no poder dar un paso más.

El dolor de verlo aquí, con ella me recuerda a que yo no soy la única. ¿Es ella ya su novia? Si es así ¿Por qué me llamó toda esta semana? ¿Intentaba compensar esto?

-¿Estás bien?- pregunta tras uno segundos.

Niego, sin poder decir algo, mis cuerdas vocales no me dejan hacer nada. Él acaricia mi brazo, algunos chicos en grupo nos miran sin disimular, y otros cuantos van con dirección a la piscina, Nick me da una botella de agua, pero niego, siento mis manos temblorosas mientras él me mira en silencio, presionando mi pierna como gesto de comprensión.

-Se supone que ya estábamos bien- me quiebro, sentándome con dificultad en una silla, al lado de la barra y Nick se para frente mío, y me sujeta de mis brazos, tal vez con temor a que me caiga- Pensé que ya llegaríamos a algo, Nick.

-No estás sola. ¿Lo sabes, no?

-Dime. ¿Es así como se siente? ¿Estar enamorado se siente como si tu corazón se rompiese cada cinco segundos?

-Creo que sí- susurra- Yo lo siento ahora al verte llorar por alguien más.

Me quedo en silencio, las lágrimas caen como si fuera una competencia, no quiero lastimar a Nick. Si él se siente como yo, no quiero lastimarlo más. No quiero que se sienta igual de miserable.

-Perdón, Nick, tú no te mereces esto.

-Shh...- él me seca las lágrimas de mi cara y me da una sonrisa torcida- Si el tenerte cerca significa ser tu pañuelo de lágrimas, no me importa, lo acepto.

-¿Por qué es tan cruel?- me quejo sin saber s me refiero a Ethan o a todo.

Él me abraza, apoyo mi cabeza en su hombro y observo por dónde Ethan se encontraba, pero él ya no está, tampoco su novia. Tal vez fueron a otro lado, en dónde mi presencia no los moleste.

-Te mereces algo mejor que esto, Mer, y ya va siendo hora de que lo notes.

-¿La has visto?- me lamento- Ella luce como un ángel. ¿Como alguien puede lucir tan perfecto solo tomando de una maldita botella?

-La perfección no existe, América, y si existiera luciría como tú.

-Necesito mi chaqueta- le pido bajándome de la silla cuando mi llanto se detiene.

-¿Ya quieres irte?

-No, solo tengo frío- miento.

Él asiente y pasa un brazo por mis hombros intentando darme calor para salir al frío directo al auto de su amigo, busco con la mirada a Ethan, intentando encontrarlo y pegarle con mi zapato, pero no está por aquí.

-Lamento haberte metido al agua- murmura mientras abre el auto.

-Fue divertido- esbozo una sonrisa tranquilizadora para no hacerlo sentir culpable.