Alguien se lanza sobre mí, una persona está sobre mí mientras duermo y no puedo evitar soltar un grito aterrador, desgarrando mi garganta más atemorizada que nunca.
¿O es un sueño más?
No puedo abrir mis ojos, e intento escapar, pero cobijas me impiden hacerlo, los nervios me ganan y mi cuerpo se sacude.
-¡Mer! ¡Mer!- gritan sujetando mis brazos- ¡Cálmate, soy yo, Jade!
Abro mis ojos de golpe al escuchar la voz, todo se ve borroso producto de las lágrimas y al reconocer la voz que intenta calmarme puedo limpiar mi mojado rostro.
-¡Jade!- suelto alegre fingiendo que no pasó nada.
-¡Feliz 18 cumpleaños!
Ella se abalanza sobre mí, acogiendome en un fuerte abrazo que le devuelvo al instante, su contacto me hace llorar, ya no recuerdo cuando fue la última vez que la he visto y la he tenido conmigo.
-¿Cuando llegaste?
-Acabo de llegar, Nathaniel está abajo aún, tuve que verte yo primero.
Mis 18 años llegaron, 17 de enero por la mañana me anunciaba que ya tenía 18 años y aún no sabía cómo reaccionar ante eso.
Ella me levanta de mi cama y me guía hasta el pasillo, me froto mis ojos mientras bajamos al primer piso a la sala de estar.
-¡Feliz cumpleaños!- el cuerpo de Nathan cae sobre mí, haciendo que casi caiga a las escaleras.
Él me abraza con fuerza, mientras me pone un gorrito de cumpleaños en forma de cono en mi cabeza, sujetado con elástico.
Le devuelvo el abrazo, aún aturdida por la extraña sorpresa recibida, no sabía que ninguno de los dos vendría hasta dentro de una semana, antes de que yo me regrese a casa.
Él me jala de mi brazo, seguido por Jade quien me empuja, suelto un bostezo sin saber que hora es y porque me han levantado tan temprano, o tal vez ya es tarde y pasé mucho tiempo por haberme dormido a las 5 de la mañana viendo Enredados, Cenicienta y Titanic.
-¡Sorpresa!- gritan ahí al verme entrar.
No podía creer quienes se encontraban ahí, una enorme sonrisa se instala en mi rostro mientras la emoción puede conmigo.
Desde que habíamos viajado hasta aquí, hace un mes no había tenido contacto con casi nadie de mis amigos, de Ethan tampoco. Había querido ingresar a mis redes sociales, pero como América es sinónimo de mala suerte, no recordaba mi contraseña de ninguna de ellas. Siempre estaban abiertas desde mi laptop o mi celular, nunca tenia que abrir desde otro dispositivo por lo que no necesité aprenderlas.
Mi hermana había cambiado de número una semana antes de nuestro viaje, por lo que tampoco había como alguien de mi círculo cercano tenga el número y poder comunicarme.
-¡Feliz cumpleaños!- Dairy se acerca a mí, seguida por Diane, quien se mantiene a unos pasos míos- ¡Te he hechado mucho de menos!
Le devuelvo el abrazo con lágrimas en los ojos, no me las imaginaba tenerlas aquí, después de un mes de haberlas visto por última vez.
Dairy se aleja de mi, y observo fijamente a Diane, ella no dice nada hasta que siento sus brazos rodearme con fuerza, e imito el gesto, inhalando su aroma que tanto extrañé.
-Feliz cumpleaños, Mer- habla con voz rota, siento las lágrimas caer recordando la última vez que hablamos, y las palabras que intercambiamos en la acalorada discusión, ahora ya no importa porque se encuentra conmigo- Lamento haber reaccionando así, no debí atacarte de esa manera- susurra al último, lo suficientemente bajo como para que nadie oiga.- Te quiero mucho.
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Mientras No Sea Tarde (#1) // COMPLETO
RomanceMientras no sea tarde // COMPLETA El amor para que funcione debe ser correspondido. ------- La segunda parte "Bajo la lluvia" ya se encuentra disponible en mi perfil