13. Siempre es lindo verte (Parte 1)

280 46 2
                                    

—¡Mer! —siento la voz de mi hermana demasiado fuerte para mí gusto. —¡Meeer!

Me froto mis ojos con el dorso de mi mano y me toco mi frente, siento mi cabeza explotar, mi garganta seca y mis ojos pesados. Creo que moriré.

—¿Qué pasó? —pregunto y escucho lo grave que suena mi voz.

—Mamá nos espera en media hora en recepción para ir a desayunar antes de su gran aventura. —dice burlona.

Ella me mira reprimiendo una sonrisa, ya se encuentra cambiada y solo le falta arreglarse el cabello que se encuentra mojado, no puedo evitar soltar un quejido porque siento todo mi cuerpo adolorido, como si mil elefantes me hubieran aplastado.

—¿Qué hora es? —me siento sobre la cama y me fijo que estoy con la ropa de hace unas horas.

—Serán las 8 am. —contesta ella desde el otro extremo de la habitación. —Qué linda hora de llegada.

Ser regañada por tu hermana menor no es divertido.

—Estuve con Lily. —evito su mirada, mientras busco las toallas para meterme a bañar —¿Has visto mi crema hidratante?

Ella da una sonrisa ajustada y la saca de una de sus maletas, yo solo ruedo mis ojos, a ella le gusta mucho usar mis cosas, aunque tengamos casi las mismas.

—Ten. —ella me la pasa sonriente. —¿Y bebieron mucho?

—No bebimos. —miento.

—¿Y por qué apenas podías caminar ayer? —interroga con diversión.

—Me doblé el pie caminando. —miento otra vez.

—¿Y por qué vomitaste en el baño? —se burla irritante.

—Yo no vomité. —aclaro, cuando ella me mira sin decir nada, siento mis mejillas sonrojarse. —Yo no vomité, ¿cierto?

—Oh, claro que lo hiciste.

—¿En serio?

—Sí, y lloraste.

Siento mi cara arder, sin recordar nada de lo sucedido la noche anterior, los últimos recuerdos de hace unas horas son el beso con Lily, ella yéndose y yo entrando al hotel, no recuerdo bien cómo fue que entre a la habitación.

—¿Cómo llegué? —pregunto avergonzada.

Mi hermana pone los ojos en blanco y suspira con frustración.

—Estaba bajando a buscarte en el pasillo, cuando escuché lamentos en las escaleras y ahí estas tú, te habías negado a usar el ascensor y no entiendo por qué.

Asiento, bastante confundida, no recuerdo eso, pero tiene sentido. Estando sobria detesto los ascensores, y al estar ebria supongo que tiene bastante sentido que no me haya querido subir a uno.

—Me dijiste que se besaron, pero no le correspondiste por acordarte de Ethan y te dijo que te rompería el corazón. —continua, esbozando una sonrisa torcida. —Deberías bañarte ya.

Asiento con lentitud y me dirijo al baño, vacío mi vejiga y siento que me he bebido 10 mil litros de alcohol, mi cuerpo también siente lo mismo. Me desvisto para meterme a la ducha, al abrirla el agua caliente cae por mi cuerpo logrando que pueda relajarme de la fuerte resaca que siento, y cierro mis ojos instintivamente y recuerdo parte de las últimas horas, ella queriendo comer la nieve, yo alentándola mientras fumo de sus cigarrillos con facilidad después de que ella me enseñara como.

Spoiler. No eran solo cigarrillos.

Evito pensar en Ethan, en el beso con Lily y sus palabras sobre mi fututo corazón roto.

Mientras No Sea Tarde (#1) // COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora