Mientras No Sea Tarde (#1) // COMPLETO

25. Los 6 meses

Recuerdo cuando Luke había dicho que iríamos a Montreal por seis meses, al principio no me lo creí y pensé que lo había dicho por molestar a Ethan, con quién había pasado la segunda peor noche de mi vida.

Supe que sí serían seis meses el mismo día de mi cumpleaños, estaba con un dolor de cabeza insoportable producto de haber bebido alcohol como si mi vida dependiese de ello, esa había sido en parte la peor noche de mi vida, se había ganado el primer lugar.

-Ella no me importa- había dicho Ethan, pensando tal vez que yo ya no me encontraba cerca.

Lo dijo así, no hubo inseguridad en su voz, pero cuando él volteó y se dio cuenta de que había escuchado, pude ver que había más ahí, inseguridad en su rostro, miedo en su cuerpo y esperanza en sus ojos. ¿Pero esperanza de qué? ¿De que no creyera lo que él mismo dijo? ¿Esperanza de volver a hablar después? No hubo un después, lo bloqueé de todo lo que fue posible esa misma noche, digo todo lo posible porque no pude bloquearlo de mi corazón. Y aún no puedo hacerlo.

Creo que intentó buscarme casi una hora después de ese encuentro, mientras yo me encontraba vomitando en el baño.

-¿Quién es él?- me había preguntado Jade, mientras sostenía mi cabello.

Niego, y vuelvo a tener una arqueada.

-¿Cómo es que tú no estás ebria?- pregunto con un lamento, mientras esperaba a que Abril venga con una botella de agua.

-No suelo beber.

-Él día de año nuevo habías bebido- le recuerdo, confundida.

-Sí, pero porque ese día había terminado con él- puedo ver su rostro entristecerse, pero fuerza una sonrisa y cambia el tema- además, no puedo beber porque ayer me arreglé mi tatuaje. Mira.

Muestra su brazo, la estrella que tenía en su brazo, ahora se encuentra con un par de diseños más que se basan en unas rayas un poco extrañas.

-¿A que edad te tatuaste?- le pregunto mientras salgo del baño, directo a enjuagarme la boca.

-16, me acompañó él.- Una sonrisa triste aparece en su cara y puedo ver cómo se le llenan los ojos de lágrimas.- He sido como un desafío para él. Una vez dijo que lo fácil es aburrido. Y que por eso yo le gustaba, por qué siempre lo andaba retando o cosas por el estilo. Él fue él único que pudo acercarse a mí. Él fue el único al que permiti que se acercase a mi. Y ahora mírame, Mer, observando como parece más relajado sin mí.- Ella se cubre su rostro, y empieza a sollozar.

Le doy un abrazo, y acaricio su cabello, dándome cuenta de que realmente, al contrario de lo que todos piensan, es una persona muy linda y sentimental. Todos la dan por el tipo de persona cruel, ruda, fría, y agresiva. Cuando es sólo una fachada para evitar que la lastimen.

-¿Qué piensas en venirte conmigo? Ya sea a vivir o a pasar el mayor tiempo conmigo.

-¿En serio?

-Sí.

-Creo que estaría bien, mi padre me detesta, realmente lo hace, me odia y es alguien demasiado prejuicioso.

-Entonces en mi casa estaremos demasiado cómodas.

-Antes prácticamente vivía con él.

-Ya no pienses en eso, todo se dará cuando sea el momento. Tal vez no era el indicado para ti.

Ella esboza una diminuta sonrisa, y tras dar un largo suspiro puedo ver qué se siente mejor.

-Ahora cuéntame tú historia con ese chico.