11. Mi primer beso

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Gravity:

♫ "Cariño
Ha pasado mucho tiempo
Tanto, tanto tiempo
Y no puedo dejar de correr
Tanto, tanto tiempo
¿Puedes oír mi corazón latir?
¿Puedes oír ese sonido?
Porque no puedo evitar pensar
Y no me detendré ahora" ♫

Coldplay

América Bax

El viaje preparado por mi madre hacia Orlando fue divertido, más aún cuando con Luke y Abril estaban durmiendo y los asusté diciendo que íbamos a chocar con un carro, se asustaron hasta que se dieron cuenta de que aún estábamos por las nubes.

—Te acusaré con mamá por ir con Ethan ayer por la noche. —chilla mi hermana irritada, mi primo solo me miró reprimiendo una sonrisa. —Y que hace más una semana traías un chupetón en el cuello. —abro mis ojos indignada, y cuando estoy negarlo, ella me interrumpe. —Sí, lo he visto, aunque lo hayas maquillado.

Siento mi mejilla calentarse y ella me mira con superioridad, para ponerse los audífonos y seguir escuchando música, dejándome con la mirada analizadora de mi primo.

—¿Que ha pasado, Mer? —mi primo inicia su interrogatorio, pero niego. —¿No me dirás nada? —vuelvo a negar y él me da una sonrisa burlona y desafiante. —Última oportunidad, primita. —niego, dispuesta a no decir nada. —Bueno, te advertí. —se encoge de hombros y se intenta poner de pie —¡Tía! ¿Le cuento algo?

—¡¿Qué haces?! —exclamo, regresándolo con fuerza a su asiento y mira con falsa inocencia —Animal

—Olvidé lo fuerte que puedes ser. —se queja frotándose su brazo. —Si no me dices, le diré a tu mamá que te gusta un hombre mayor que además es narco, que vendes droga, y eres la líder, donde te haces llamar la conejita insaciable.

—No te lo va a creer.

—Además le diré que haces orgías en tu casa, y no usas protección, también que vendes fotos de tus pies. —enumera retándome. —Y que los jueves a las 3 de la madrugada sueles ir a bares clandestinos a medir tu fuerza con todo aquel que se te cruce a cambio de un shot de tequila.

A veces, mi primo puede ser un completo rarito, con sus ideas disparatadas, sabía que nunca conseguiría novia.

—Estás loco, no te diré nada.

—Le diré que tomas agua directo de la botella para no usar vasos. También le diré que pones tus pies sobre los sofás blancos del estudio. Y que almuerzas helado sin razón alguna. Que manchaste el mantel crema del comedor de tu casa por estar jugando con cátsup y mostaza y la mancha no sale. Y que rompiste el florero bizantino de cristal que trajo de Italia.

Casi siento como mis ojos se salen de mi cara, él me da una mirada cargada de superioridad y sabe que ha atinado en mi miedo.

—¿Cómo sabes lo del florero? —susurro, asustada.

—¿Me vas a decir que pasó?

—¿Qué quieres saber? —pregunto después de un largo suspiro.

—¿Ya son novios?

—No. —respondo rondando los ojos, él me mira interrogante y explico mi patética respuesta. —No sé lo que somos y no me importa, solo me gusta tenerlo cerca.

—¿Tan cerca que te dejó un chupetón?

Él suelta una sonora y exagerada carcajada, tan irritante que le aplasto los dedos de su mano haciendo que suelte un quejido.

—Salvaje. —se queja el rubio. —Ahora dime o grito delante de todos lo que dijo Abril.

—No ha pasado nada, en serio. —respondo con sinceridad.

Mientras No Sea Tarde (#1) // COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora