Mientras No Sea Tarde (#1) // COMPLETO

49. El último beso (Parte 2)

James Arthur - Impossible

"Recuerdo años atrás.
Alguien me dijo que debía tomar precauciones con el amor. Y lo hice.

Tú eras fuerte y yo no lo era.
Me ilusioné. Me equivoqué.
Me descuidé. Lo olvidé. Lo hice.

Y ahora que está hecho no hay nada que decir.
Te has ido y sin esfuerzo alguno.
Has ganado así que ve y diles.

Diles todo lo que sé ahora.
Grítalo desde los tejados.
Escríbelo en el horizonte.
Todo lo que teníamos se ha ido"

Me balanceo en el columpio repetidas veces, intentando controlar todo lo que siento en mi interior, la temperatura ha bajado considerablemente pero no le tomo importancia al posible resfriado que tal vez no llegue a tener.

A lo lejos, veo como parejas pasan de la mano, sujetando sus manos con fuerza, mientras otras caminan con niños de la mano. Sin poder soportar un gritito sale de mi, apoyo mis brazos sobre mis piernas y me cubro la cara con mis manos, controlando el desesperado llanto que sale de mi.

El corazón roto es algo que no le deseo a nadie, no podría querer que alguien ae sienta así.

-Hey ¿Estás bien?- una voz se oye detrás mío, dándome un salto por el susto.

Me seco con rapidez la cara y los ojos y volteo hacia tras, un chico alto, a quien por unos segundos confundido con Nick, se encuentra tras mío. Mis ojos están tan nublosos que no puedo distinguir algún rasgo más sobre el tipo.

-Sí- respondo cortante esperando que se vaya.

-No lo parece- el chico me rodea y se apoya sobre una de las barras de metal del columpio- ¿Necesitas ayuda?

-No

-¿Segura? No lo parece- repite, irritandome más, no sé si por su insistencia o porque no me deja llorar con tranquilidad.

-¿Que es lo que quieres?- gruño al ver como no se va.

-Ayudarte

-No necesito tu ayuda, ni la tuya ni de nadie.

-El que grites como una loca que ya no puedes, mientras dejas que la lluvia te no por completo y llores como desquiciada... Solo demuestra que si es ayuda la que necesitas.- lo dice de la manera menos sutil posible, un lamento sale de mí, y él se sienta preocupado en el columpio vacío que está al lado mío.

-¿Que te tiene tan mal?- pregunta en voz baja.

-Ni siquiera te conozco.

-¿No es mejor así?- llama mi atención- Yo no te conozco tampoco, así que me puedes contar tus problemas y yo los míos, no importará porque no nos volveremos a ver nunca más.

-Bueno punto.- intento sonreír, pero me sale una mueca

-Soy Mark- se presenta.

-Mer

-¿Mer? Ese es tu nombre real.

Asiento, sin poder siquiera tolerar que alguien más me llame por mi nombre completo.

-¿No eres de aquí, cierto?

-¿Por qué?

-Una persona de aquí no se sentaría en este columpio sabiendo lo que pasó aquí, mucho menos a las 10 de la noche.

-¿Que sucedió aquí?- pregunto alerta.

-Hoy, hace 3 años exactamente, me asesinaron en esta banca- suelta.