GIANNA
El 02 de Febrero fuimos a la fiesta de cumpleaños de Glenne, Harry y yo nos quedamos hasta pasadas las cuatro de la mañana del 03, bebimos demasiado, nos quedamos dormidos en el asiento trasero de la camioneta y nos tambaleamos todo el camino hasta la puerta de nuestra casa.
Tonteamos y reímos al no poder encontrar las llaves, cuando finalmente logramos entrar nos tropezamos con el sofá y terminamos sobre el mismo, conmigo sobre él y nuestros rostros excesivamente cerca.
Escenas como esa se repitieron en varias ocasiones, en febrero asistimos a muchas fiestas. Al parecer, a Harry lo invitaban a muchísimos eventos privados, y aunque él no solía asistir, en ese mes me pidió que lo acompañara a cada uno de ellos.
Eran casi a diario, y después de ser su acompañante en cada uno de ellos, terminé conociendo a la mayoría de las personas, y todos me reconocían inmediatamente como la chica de Harry. Porque estábamos juntos en cada momento de las mismas. Harry se colgaba de mis hombros, me sentaba en sus piernas, descansaba su rostro en el espacio de mi cuello y rodeaba mi cintura con sus manos.
Siempre que bebía se ponía más cariñoso.
Y siempre sus atenciones iban destinadas a mí.
Siempre regresaríamos a casa en la parte trasera de alguna camioneta, y él siempre apoyaba su cabeza en mis piernas y me obligaba a acariciar su cabello en el trayecto a casa.
Siempre nos tambaleábamos en el camino hacia la puerta y estallábamos en risas mientras buscábamos las llaves.
Ahí era donde las cosas variaban un poco.
A veces caíamos en el suelo, a veces era en el sofá y en otras incluso lo hacíamos en su cama.
A veces yo quedaba sobre él, a veces él quedaba sobre mí, a veces quedábamos uno junto al otro.
Pero siempre terminábamos demasiado cerca. Con nuestros rostros de frente.
Ahí la situación volvía a variar.
Harry a veces me abrazaba, a veces se limitaba a mirarme, a veces apartaba el cabello de mi rostro y delineaba con su dedo cada parte del mismo, a veces permanecía jugando con mi cabello, y a veces enterraba su rostro en mi cuello. A veces hacia un camino por el mismo con la punta de su nariz, y a veces eran sus labios los encargados de ello.
Pero siempre se apartaba rápidamente y tras anunciar que se daría una ducha, se encerraba en su habitación.
Y más tarde, cuando yo aun daba vueltas en mi cama por mi falta de sueño, él tocaría la puerta de mi cuarto con dos suaves golpes, se adentraría sin esperar respuesta y se acostaría junto a mí, rodeándome con sus brazos.
Y a la mañana siguiente haríamos como si nada hubiese sucedido.
Por otra parte, Kurt tuvo que aplazar su regreso a Londres por un problema en el local que estaba preparando para un nuevo punto de su cadena de restaurantes en Manchester, y aunque no estaba seguro de cuando volvería a la ciudad, hablábamos a diario por medio de llamadas.
Él era un gran amigo, y me ofrecía una gran distracción al enredo emocional que solía ser con Harry.
Oh, y mis amigos se quejaron por lo "abandonados" que los tenía.
Así que en las mañanas solía salir con ellos, en las tardes daba clases en la Academia y en las noches me iba de fiesta con Harry.
Menos un día, en que Harry me pidió que lo acompañara al estudio porque me tenía una sorpresa.
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GOLDEN - 𝑯.𝑺
FanfictionCuando Gianna conoce a un hombre tras su presentación en un bar, está confiada en que no lo volverá a ver en su vida. Un año después, ya dueña de una academia de música en ascenso cree que no podría estar en un mejor momento, hasta que se reencuentr...