GOLDEN - 𝑯.𝑺

21

HARRY

Después de ver esa escena decidí apartarme lo más rápido posible, sentía que era algo demasiado íntimo entre ellos dos. Sabía que técnicamente yo era el novio, pero por alguna razón no quise interrumpir, no me sentía con el ánimo de discutir, en ese momento ni siquiera quería respuestas o explicaciones, solo quería descansar y volver pronto a casa.

Me despedí de los presentes con rapidez, sus respuestas fueron cortas y desinteresadas, probablemente ni siquiera recordaban que yo estaba en aquel lugar, dejé un mensaje para Camille y finalmente conduje de regreso a mi propia casa en Los Ángeles.

Recostado en mi propia cama y bebiendo de mi propio whisky me permití pensar en lo que acababa de presenciar.

Camille y Theo se habían besado.

No estaba completamente seguro de como me sentía. No me sentía enfadado, ni triste, tal vez ¿decepcionado? Sí, no esperaba que las cosas terminaran así, con un tercero, pero no era por el hecho de que Camille lo besara, sino por las razones que la llevaron a que lo hiciera.

El como nuestra relación se había deteriorado, como nunca estuve cerca por mucho tiempo, la gran cantidad de días en que pasábamos sin siquiera hablar.

Nuestra relación había terminado hacía ya mucho tiempo, solo que no lo había querido aceptar, porque quería aferrarme a la idea de finalmente encontrar algo estable.

Había estado en muchas relaciones, la mayoría de ellas cortas, y con Camille finalmente pensé que podría ser diferente, que tal vez yo no estaba tan dañado.

Que aún podía ofrecer algo seguro y estable.

Pero al parecer me había equivocado.

Y sabía que no era completamente mi culpa, una relación la construyen dos personas, y cuando la relación termina es responsabilidad de ambos. Pero, ¿y si yo era el mayor error? Por dejarla sola, por no estar presente nunca, por anteponer mi trabajo.

Eran tantas cosas que de haber hecho diferente tal vez habrían evitado esto.

O tal vez no.

Tal vez simplemente así era como debían ser las cosas.

Simplemente no sabía cual de las dos opciones era la correcta.

Al día siguiente desperté con un poco de dolor de cabeza, tomé una pastilla y finalmente me dispuse a revisar mi celular.

"¿Dónde estás, chéri? Me dijeron que te fuiste de la fiesta."

"¿Por qué no te despediste?"

"¿Chéri? ¿Estás bien?"

"Ni siquiera me deseaste feliz año nuevo."

Unos quince minutos después había enviado cuatro mensajes más.

"¿Harry? Me estoy preocupando"

"Me dijeron que te vieron salir del pasillo poco después de media noche, tenemos que hablar."

"Por favor, llámame cuando leas esto."

"Por favor."

Suspiré mientras pasaba una mano por mi rostro, pensando en lo que debía hacer. Finalmente marqué al número y esperé pacientemente hasta escuchar la voz femenina al otro lado de la línea.

—Así que anoche no fue la primera vez.