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Algún día dejaré de desaparecerme por dos meses, lo prometo. 

Mientras tanto, aquí está el capítulo. Nos leemos más tarde <3


GIANNA

—Me vas a hacer muchísima falta. —susurré contra su cabello.

—Oh, linda, tú también a mí, no sé cómo voy a soportar tanto tiempo sin ti. —replicó mientras yo sentía como las lágrimas empezaban a formarse en mis ojos.

Y nuestro momento se arruinó cuando Mitch y Harry empezaron a lanzar bayas en nuestra dirección.

—¡¿Qué diablos les pasa?!—exclamé mientras Sarah y yo rompíamos nuestro abrazo para encararlos.

—No es como si nunca más se volverán a ver, iremos a cenar todos juntos en un par de semanas. —recordó Mitch poniendo los ojos en blanco.

Sarah y yo le enseñamos nuestro dedo del medio.

Después de pasar la noche en el lugar que Harry había rentado para todos nosotros era momento de que Sarah, Mitch y Adam tomaran su vuelo de regreso a Londres. Así que teniendo en cuenta que Harry prefería evitar cualquier posible encuentro con paparazzi, no podríamos acompañarlos al aeropuerto y esa era nuestra despedida.

—Ya sabes, puedes llamarme cada vez que Harry se convierta en un fastidio.— prometió Sarah.

—¡Hey!—se quejó él con un puchero— Eso no es muy amable de tu parte.

Lo ignoramos.

—Y tú puedes llamarme cada vez que necesites hablar y Mitch sea un idiota silencioso.—comenté con completa honestidad.

Mitch se encogió de hombros, dándome la razón.

—¡Hey!—se quejó Adam con un puchero—Yo también quiero algo de amor.

Reí mientras extendía mis brazos en su dirección y lo estrechaba en un fuerte abrazo.

—¿Llevas los regalos que les compré a Silver y Spike?—le recordé.

Él asintió, aún abrazándome.

—Compraste más regalos para mis hijos que yo.— admitió con una suave risa.

—Dales besos de mi parte y un abrazo a Emi.— pedí.

—Lo haré. Cuídate, pequeña.—terminó dándome un pequeño beso en la sien.

Rompimos nuestro abrazo y le di una última sonrisa.

—Sí señor.—prometí levantando mi mano derecha a modo de juramento, haciéndolo reír.

Solíamos bromear con que Jeffrey era el padre que se encargaba de protegernos, pero en mi caso Adam era quien solía cumplir esa función. Él tenía años de experiencia en la industria de la música, yo estaba comenzando, así que había sido mi guía en muchas ocasiones. Y sí, era mucho mayor que yo y en realidad era un padre, así que lo rodeaba un aire de paternidad y dulzura. Y definitivamente también me iba a hacer mucha falta.

Harry sirvió una copa de champaña para cada uno de nosotros, nos reunimos en un círculo, agradecimos en voz alta por lo compartido los últimos meses y finalmente Harry y yo sacudimos nuestras manos desde la puerta en señal de despedida mientras observábamos como el auto que transportaba a nuestros amigos se marchaba, dejándonos completamente solos.

Recordándonos que habíamos regresado a la normalidad ahora que la gira había terminado.

Harry me acercó a su cuerpo con el brazo que tenía sobre mis hombros, atrayéndome a su pecho y acariciando mi cabello con una de sus manos, mientras permanecíamos observando como el vehículo desaparecía por la carretera y nos dejaba en una enorme casa con un profundo silencio y el conocimiento de que estábamos dando inicio a una nueva etapa.

GOLDEN - 𝑯.𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora