GOLDEN - 𝑯.𝑺

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Lean la nota del final, POR FAVOR.

Nos vemos en unos minutos, los amo <3

*

GIANNA

Bueno, ¿en qué habíamos quedado?

Ah sí, Harry y yo estábamos en su camerino personal, conmigo sobre la superficie del tocador y él entre mis piernas mientras tratábamos de recuperar el tiempo perdido por medio de muchos besos.

¿Recuerdan que había dicho que Harry Styles era embriagante?

Bueno, también era adictivo.

Y eso era jodidamente peligroso, pero en ese momento no me importó, porque tan solo podía pensar en la forma en que su lengua estaba rozando mis labios para pedir acceso, en la manera en que a veces daba ligeros tirones en mi cabello para acomodarme y acercarme aún más a él y en la presión de su mano en la piel desnuda de mi cintura.

Sentía... sentía que estaba en una especie de combustión, me sentía eufórica, viva, como jamás había experimentado.

Hasta ese momento no me había dado cuenta de lo mucho que puede llegar a ser un beso.

De lo mucho que te puede hacer sentir.

Fue como si nos rodeara una especie de fuegos artificiales y cientos de melodías empezaron a resonar en mis oídos.

Fue, fue...

Interrumpido.

Así es, en medio de nuestro asombroso y perfecto beso, la puerta se abrió y nos separamos súbitamente al escuchar un grito:

—¡SORPRE—los emisores del ruido se callaron al ver la escena.

Rápidamente desenredé mis piernas de la cintura de Harry mientras él se apartaba velozmente del espacio entre las mismas, pero aún cubriéndome con su cuerpo, porque, bueno, yo tenía las piernas separadas y estaba usando una falda.

Y esto aún era un show familiar.

—Ehm, ¿hola?—susurró Harry con timidez después de que permaneciéramos estáticos y en silencio por unos segundos.

Eso hizo que las personas en la puerta reaccionaran.

—Les daremos privacidad.—dijo mamá rápidamente antes de guiñarme el ojo e irse.

—¡POR FIN!— exclamó Anne con emoción, lanzándonos un beso y apartándose de la puerta.

—¿Desde cuando Gianna tiene vida sentimental?—preguntó papá notoriamente confundido mientras se daba vuelta y cerraba la puerta.

Harry y yo nos quedamos mirando por unos segundos hacia el lugar en el que hasta hace unos segundos estaban mis padres junto con Anne.

—Creo que olvidé decirte que su avión ya había aterrizado y se encontraban en camino.—susurró.

Y finalmente estallamos en risas.

 —¿Qué diablos acaba de pasar?—pregunté mientras intentaba recuperar el aliento.

—¿Escuchaste—Harry soltó una nueva carcajada, apoyando su mano en la superficie junto a mi—Escuchaste a mamá?

Asentí mientras seguía riendo.

—Al parecer la teníamos esperando.

Harry rio aún más fuerte.

—¡Y tú papá!—estaba riendo tanto que podía asegurar que incluso había lagrimeado un poco—¡Tu papá estaba preocupado por tu vida amorosa!