GOLDEN - 𝑯.𝑺

EXTRA #3 (Cap. 28)

Advertencia: Este extra se desarrolla en la parte final del capítulo 28, con la escena un poco más detallada, por lo que el contenido es algo explícito. Si no te gusta este tipo de lecturas, puedes saltarte este extra y no afectará para nada el desarrollo de la historia.

—Bienvenida a su habitación, Sra. Styles.—bromeó Harry sonriendo mientras dejaba el cuerpo de la rubia sobre el colchón de la cama matrimonial que compartían, haciendo que ella riera y lo atrajera en un beso.

Que luego se profundizó cuando ella enterró sus manos entre los rizos castaños, por lo que al notar que el beso se extendería, el hombre se apresuró en quitarse los zapatos, procurando no apartarse de ella, para lograr una posición más cómoda.

Harry Styles tenía la certeza de que Gianna Aborn era una especie de sueño hecho realidad.

Se sentía completamente inmerso en el aroma característico de su cabello, en el sabor a fresas de sus labios, en la suavidad de su piel, en los pequeños suspiros que escapaban de sus labios y los tirones que dejaba en su cabello, a veces acercándolo, a veces apartándolo cuando todo se volvía demasiado intenso para ella.

No podía dejar de pensar que aquel era un gran momento.

Después de un largo viaje y de un día movido, ahí estaba en el silencio de esa habitación con Gianna Aborn entre sus brazos.

Aquella parecía ser una buena vida.

—Deberíamos quedarnos aquí.

—¿Aquí en la habitación?—preguntó con voz entrecortada que terminó en un enorme suspiro cuando su novio llevó sus labios a su cuello.

Al escuchar su respuesta Harry notó que había hecho el comentario en voz alta en lugar de solo pensarlo, pero procuró evitar su sorpresa inicial para seguir con dicha idea, porque se sentía completamente correcto.

—Aquí en el pueblo.—inició, soltando las palabras conforme los pensamientos iban surgiendo en su cabeza, mientras seguía jugando con la piel del cuello de la rubia en busca del punto en el que sabía ella era particularmente sensible— Podríamos comprar una casa.— pasó su lengua por los puntos que había succionado, en un intento de aliviar el ligero ardor— Podríamos dar clases privadas de música. O podríamos hacer cualquier otra cosa.—siguió, esta vez mordiendo tentativamente el lóbulo de su oreja, sintiendo como sus pechos subían ante las inhalaciones profundas que estaba manteniendo en un intento de calmarse, que aumentaron cuando él llevó las puntas de sus dedos a la piel de su abdomen.—Pero podemos quedarnos acá.

Siguió besando, chupando y lamiendo la piel bajo sus labios, en lo que esperaba por una respuesta y su novia presionaba con más fuerza sus dedos en su cuero cabelludo. Harry sabía que su mente estaba trabajando más de lo normal, pensando demasiado cada una de sus palabras. Sabía que trataría de regresarle los pies a la tierra para recordarle la locura que estaba diciendo, pero también sabía que a veces era bueno fantasear un poco sobre el futuro.

—Estamos en la mitad de la gira. Después escribirás otro álbum, y harás otra gira. Tercer álbum, nueva gira. Cuarto álbum, cuarta gira.— susurró ella en respuesta, sabía que le estaba costando hablar al sentir su voz entrecortada y los tirones en su cabello para apartarlo de su piel, en un intento de pensar con claridad. Cuando redujo sus besos ella carraspeó levemente, para seguir con sus palabras— Y así sucesivamente, porque amas tu trabajo, Harry. Amas lo que haces, amas la música y amas a tus fans lo suficiente como para hacer que todo valga la pena. Y esa es precisamente una de las cosas que más amo de ti.

Cuando Gianna Aborn mencionaba cosas como esa, la reacción natural de Harry era entrar en pánico y huir.

De hecho, esa era su manera de enfrentar la mayoría de problemas.