GOLDEN - 𝑯.𝑺

7

Siempre se me dificultaba regresar a Londres después de pasar unos días junto a mis padres. Todos lloramos un poco, prometí volver pronto, y finalmente conduje de regreso a Notting Hill.

No estaba segura de si iba a casa, o si me estaba yendo de ella.

De pequeña, casa era nuestro hogar en aquel pequeño pueblo. En ese momento lo tenía completamente claro.

Al llegar a Londres y mudarme a Notting Hill con Marian, esa ciudad se convirtió en mi hogar, pero no podía parar de repetirme que el apartamento en que vivía era de Marian y yo me limitaba a pagar un alquiler.

La casa de mis padres en Canterbury también me resultaba algo extraña. Se habían mudado allí a mis tres años de estar en Londres. Yo no había crecido ni vivido allí, pero tenía una habitación con las cosas de nuestra antigua casa. 

Sabía que mi hogar no era un lugar físico, mi hogar era mi familia y mis amigos.

Pero a veces no podía evitar preguntarme si algún día un lugar físico podría darme nuevamente la sensación de estar en casa.

*

—No puedo creer que lo hayas hecho.— dije negando con la cabeza.

—¿No me veo bien?— preguntó nerviosa.

Le sonreí. —Te ves preciosa.

Me puse junto a Marian frente al espejo.

—¡Mira eso! Parecemos hermanas.

Ethan puso los ojos en blanco.

—Solo porque ahora ambas sean rubias no significa que se parezcan, estúpida.

Así es, mi amiga había cumplido y se había teñido el pelo.

—Por favor, somos idénticas.

—Tu eres alta, ella más bajita. Ella tiene ojos azules y tú no. No se parecen.

—¿Quién pidió tu opinión? — preguntó mi amiga.

Ethan le mostró su dedo del medio.

Bufé.

—Inmaduros.

—Al menos nosotros si nos hablamos.

—Touché.

En realidad, Harry y yo sí habíamos hablado. Cuando lanzó "Sign Of The Times" como su primer sencillo le escribí para felicitarlo, él me contestó agradeciendo.

Luego, él me había mandado algo de material para ensayar, le contesté que lo repasaría.

Finalmente me había dicho que me esperaba el 10 de Abril para empezar con los ensayos, pues la primera presentación sería el 15 del mismo mes en SNL, donde Harry sería el invitado musical.

Y hoy era 9. 

Decir que estaba nerviosa era poco.

Había practicado las canciones miles de veces. Me quedaba hasta tarde en la Academia y me aseguraba de que no hubiese nadie para evitar filtrar las canciones. Las tocaba cada que tenía tiempo, quería demostrar que estaba preparada para el trabajo, que Harry no se había equivocado al elegirme. Me aterraba defraudarlos.

Repetía las canciones en mi mente, las veces que lograba conciliar el sueño, estos giraban en torno a la presentación. Estaba obsesionada. Sentía que en cualquier momento tendría un ataque de ansiedad.

Ethan y Marian trataban de distraerme, a veces tenían éxito, pero en otras terminaba pensando nuevamente en ello.

Como en ese momento.