GOLDEN - 𝑯.𝑺

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Antes de empezar quisiera decir, ¡¿Notaron que llegamos a las 1.000 lecturas?! NDEUFHBCWEUFWIUFBWBFW 

AÚN NO CREO QUE SEA REAL, ES DECIR, NI SIQUIERA PENSÉ QUE LLEGARÍA A 100.

Sé que para algunos parecerá poco, pero es mucho más de lo que esperaba.

Gracias por leer, comentar y votar por esta historia.

Muchas, muchas, muchas gracias por su apoyo, por creer en Harry, en Gianna, y por creer en mí.

Aquí va el capítulo de esta semana, los amo enormemente.

<3

*

Después de apartar a Diane de Harry, y de explicarle que sólo éramos amigos, finalmente me dispuse a dar inicio a la clase. O, mejor dicho, a la presentación.

Y no lo decía por ser mis alumnos, pero eran verdaderamente buenos. 

Los vi seleccionar atuendos extravagantes, divertirse mientras posaban entre ellos, noté su nerviosismo en el momento en que se acercaba su turno y el como se relajaban después de tocar. Todos aplaudíamos con fuerza después de cada acto, yo me acercaba y daba las críticas necesarias en privado. 

 Y tuve que secar mis ojos rápidamente en varias ocasiones, no era mamá, pero si me sentía como una orgullosa.

Kelsey fue la pequeña que más me hizo lagrimear, su canción era "Through The Dark", de One Direction, con una letra preciosa y que me hacía sentir increíblemente vulnerable. También era la canción que más me había pedido que le cantara durante sus quimioterapias.

Cuando terminó todos aplaudimos con intensidad, y noté que tanto Harry como Anne y Robin habían llorado un poco.

En total fueron quince presentaciones, tras dar un repaso general del evento, un comentario de recomendaciones generales y felicitaciones a cada uno de ellos, me dispuse a dar por terminada la clase, sin embargo, fui interrumpida.

—¿No vas a hacer tú una presentación?— preguntó Mike, uno de los chicos.

Todos asintieron y empezaron a pedirme que cantara.

Sonreí.

—¿Cuál canción?

—¡La que llevas cantando en voz baja desde hace tiempo!— replicó Lucy, todos la apoyaron.

Reí.—¿Qué?¿Cuál?

Todos empezaron a tararear una melodía y palidecí al reconocer la canción.

Joder, no podía cantarla si Harry estaba presente. 

Pero tampoco podía simplemente negarles algo tan sencillo.

—Hagamos un trato, ¿vale?

Mis alumnos asintieron.

Busqué una hoja en mi escritorio, al encontrarla, la levanté y se la enseñé a todos.

—Esta es la partitura de la canción,—empecé— si alguien la interpreta en el piano para mí, cantaré.

Se miraron entre ellos, pero ninguno se ofreció.

Sonreí internamente, sabía que ninguno se arriesgaría a tocar por primera vez frente a todos los presentes una canción que no conocían.

—¿Ninguno?—pregunté por última vez, más aliviada.

—Yo quiero.

Me tensé completamente.

—¿Puedo?—preguntó.