GOLDEN - 𝑯.𝑺

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(N/A: Si el texto está en cursiva significa que es diálogo dicho en español, besitos lxs amo, por favor lean la nota del final)

GIANNA

—¡Maldición, Mitchell! ¡No puedo creer que estemos teniendo esta pelea otra vez!

—¡Tal vez si probáramos con otra escala—

—¡No tenemos que probar con otra escala porque la escala de A menor que tenemos es perfecta para la maldita canción!

—¡Pero tal vez con una escala de B—

—¡¿Una escala de B?!— bufé incrédulamente —¡¿Acaso todos los hongos que has consumido te hicieron tanto daño como para creer que una escala de B funcionaría?!

Mitchell soltó un quejido de exasperación mientras me mostraba su dedo del medio.

—Se lo diré a Tom.—lo acusé con mi dedo índice.

—Pues yo se lo diré a Tyler.—replicó él, haciendo referencia a otro de los productores.

Sip, después de que Harry me rogara que lo acompañara a sus sesiones de grabación finalmente había accedido y me había vuelto parte del equipo. Inicialmente solíamos conducir desde su casa al estudio Shangri-La todas las mañanas, mientras escuchábamos una otra vez una de las grabaciones de Golden, cantando fuertemente sabiendo que el viento se llevaría nuestras voces, pasaríamos todo el día en el estudio y volveríamos a casa en horas de la madrugada. Hasta que finalmente habíamos decidido simplemente mudarnos temporalmente al estudio.

La propiedad constaba de cuatro habitaciones, tres baños, dos estudios de grabación, una cocina y un gran patio cubierto de césped. Era lo suficientemente amplia como para que Tyler, Thomas (mejor conocido como Kid Harpoon), y Jeff (que eran los productores del álbum), más Mitch, Harry y yo viviéramos juntos por varias semanas.

Lo que definitivamente fue una experiencia completamente nueva para mí.

No sólo el vivir con tantas personas, sino todo el proceso que implicaba componer un álbum.

En primer lugar, no había esperado estar rodeada de tantas drogas y alcohol.

Hasta el momento me había mantenido apartada de los chocolates con marihuana en la nevera, las líneas de cocaína en la cocina, los porros compartidos, e incluso de los hongos mágicos, que se habían convertido en los favoritos de Harry y Mitch. Pero de vez en cuando caía en la tentación de una copa de margarita a las diez de la mañana. 

 Casi todos los días al empezar las sesiones escuchábamos Golden, pues Harry decía que era la única canción de la cual estaba seguro tendría que estar dentro del álbum, así que era una especie de guía de lo que queríamos lograr conceptualmente. Pero también habían mañanas en las que simplemente nos recostábamos en el césped bajo los rayos del sol para escuchar una y otra vez Ram de Paul y Linda McCartney.

En cierto sentido estar de gira y componer un álbum eran procesos similares, pues implicaban una sensación de ponerle pausa al mundo real y encerrarse por completo en esa nueva realidad compuesta por músicas, letras, acordes, melodías, arreglos, y bueno, de vez en cuando también por peleas.

Sobre todo con Mitch.

—¡Preguntémosle a Tom!—insistí.

—¡Bien!— cedió él.

Por supuesto, Tom me dio la razón.

—Eso es favoritismo.— se quejó Mitchell.

—¿Qué puedo decir? Soy más bonita que tú.—repliqué en broma encogiéndome de hombros, haciendo que él pusiera los ojos en blanco y reprimiera una risa.